La Vanguardia, El Periódico y El País explican hoy que el presidente Torra las pasó canutas en las jornadas del Círculo de Economía en Sitges. Según El Periódico, los empresarios "avisan" a Torra del declive económico catalán. Los otros dos coinciden en el verbo: "reprochan" a Torra que Catalunya "pierde peso" (peso en el sentido de influencia, no es que el país adelgace) y también la "parálisis de la Generalitat". Los asistentes tienen sus razones para avisar y reprochar, claro. Los diarios, sin embargo, con esa manera de explicarlo, dejan las cosas a medias, parece que dan la toda razón a los gruñones, y endosan la responsabilidad por el aparente mal rumbo de la economía catalana a la administración más impedida para intervenir.

Hace una semana se supo que el Govern había cumplido por primera vez en un mismo ejercicio los tres objetivos de estabilidad fiscal –déficit, deuda y regla de gasto–, según el último informe sobre la cosa del ministerio de Hacienda. Con estos datos en la mano, el vicepresidente y responsable de Economía y Hacienda, Pere Aragonès, volvió reclamar ayer mismo que el gobierno español permita a la Generalitat gestionar sus finanzas "con libertad". No habrá sido fácil cumplir los objetivos de estabilidad fiscal. Sólo la aplicación del 155 supuso costes directos de 130 millones de euros y costes por pérdidas, bloqueo de operaciones o retrasos de más de 1.800 millones, como explicó ayer el Colegio de Economistas.

También ayer se supo que la inversión ejecutada del Estado en Catalunya el año pasado se situó en el 10,4%, la tasa más baja desde 2015. La confianza en el Estado español como actor económico en Catalunya no es muy alta. El miércoles, en la jornada sobre el corredor mediterráneo organizada por el diario económico Expansión, su director adjunto, Martí Saballs, pidió a ponentes y público que levantaran la mano los que creyeran que el corredor estará operativo en 2021. Todo el mundo quedó quieto y en silencio.

No son más que retales de realidad de la última semana, sin afán de exhaustividad ni de exonerar al Govern de sus inacciones u omisiones. Ninguno de esos hechos tuvo la suerte de aparecer en portada. En resumidas cuentas, eso del Círculo ¿no será una presión más política que otra cosa, a la que los diarios mencionados se apuntan para añadir leña a la hoguera del relato "soberanismo, caca"? Quizás sólo es un despiste, o una excusa para ocultar que el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, ha querido arreglar su cacicada contra Puigdemont y Comín con otra peor (ningún diario lo destaca, fuera de El Punt Avui), o quizás es que esos otros tres diarios han ido a Sitges "a hablar de mi libro".

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