La fiscalía pide al Tribunal Supremo que ignore la sentencia del Tribunal Europeo de Justicia sobre la inmunidad parlamentaria vulnerada de Oriol Junqueras —y de rebote, de Carles Puigdemont y Toni Comín. Son los fiscales del mismísimo Supremo, último peldaño de la carrera de estos funcionarios, que representan y defienden judicialmente los intereses del Estado y de la cosa pública, y que se resisten a aplicar una sentencia que les obliga y recomiendan a los jueces que hagan otro tanto. En inglés se puede decir contempt, palabra que describe una actitud entre el menosprecio y la resistencia. Nada de eso se dice en las portadas —en la de El Punt Avui, todavía.

El resto de diarios no está por la labor y han preferido silbar y mirar al techo con otros asuntos. Agotado el recurso a los registros del día siguiente a las malas noticias —esta técnica parece que ha caído en desuso— El Mundo hace humo con Jordi Pujol, de quien se ha filtrado la investigación de la Agencia Tributaria, que lo acusa de un fraude fiscal... prescrito. ABC abre con el asesinato del pescaíto. El resto van con la investidura de Pedro Sánchez, que desde hace tres semanas es inminente, próxima, ya... La Vanguardia zafa con mucha gracia diciendo que solo hay que cerrar algunos "flecos". Etcétera.

Es feo, especialmente en La Vanguardia y El País, que mencionen a ERC en sus titulares principales como si fuera suya la culpa de la confusión jurídica en que Pedro Sánchez se juega su silla. En realidad, la investidura cuelga de la petición que este martes haga la abogacía del Estado al Tribunal Supremo, un embrollo fabricado por el misma tribula via Luxemburgo y Bruselas. Este es el tema que ningún diario aborda directamente —El Periódico se acerca algo.

Las portadas que no disimulan con otras cosas y quieren hablar de la cosa acaban haciendo malabares para no decirlo directamente. Se entiende, porque en una Democracia Consolidada™ no es trabajo de la abogacía del Estado facilitar ninguna investidura, y hay que disimular el aprieto triste por el que pasa la institucionalidad española, ahora en manos de las señoras abogadas y de los señores abogados del Estado. El bloque del 155 empezó subcontratando la resolución del conflicto catalán a la Justicia y la Justicia ha acabado haciéndose cargo incluso del conflicto español completo. ¿Querían togas? Togas tienen.

ABC

ME

LR

EPC

EPA

AHORA

EP

LV