Solo ABC y El Mundo no llevan en portada el estallido de las protestas en la China contra la política draconiana de "covid cero" practicada por las autoridades durante casi tres años. Los manifestantes han gritado "¡Xi Jinping, dimisión! "¡Abajo el partido"! y "¡Libertad!." Otros se manifiestan en silencio agitando flores y hojas de papel blancas, símbolo de protesta contra la censura. Los últimos días se han declarado 30.000 nuevos casos y las autoridades han vuelto a endurecer las medidas: nuevos confinamientos, teletrabajo, escuelas cerradas. La gente está hasta la coronilla. Las protestas contra los confinamientos reventaron el sábado en Shanghái, en universidades de Pekín y en otras ciudades, como Urumqi, en el Xinjiang, región donde la mayoría musulmana de etnia túrquica vive en una especie de campo de concentración a cielo abierto. La chispa que ha hecho estallar las manifestaciones es la muerte en Urumqi de 10 personas en un edificio confinado que se incendió y al que los bomberos no llegaron a tiempo. Encima, culparon a los muertos de no saber protegerse.

La Vanguardia, Ara y El País tienen la vista de abrir con este notición. Manifestaciones así no se habían visto desde las protestas en la plaza de Tiananmen de Pekín en 1989. La frustración de los chinos se ha convertido en ira menos de un mes después de que el presidente Xi Jinping (en la ilustración), en el congreso del Partido Comunista, demostrara su dominio total sobre el partido y el Estado, incluido el ejército y las fuerzas de seguridad, haciéndose escoger por|para un segundo mandato de diez años, cosa que no había pasado nunca entre los sucesores de Mao, y afianzando su política de reforzar el poder del PC en todo el país y sobre toda actividad, promover el rearme, hacer ruido de nacionalismo de cara a Taiwán, ponerse de perfil con Putin y blandir la voluntad de jugar a ser potencia mundial. ¿Serán estas protestas la piedra que hace tamblearse al régimen, como el episodio bíblico de la estatua de oro y plata que cae y se hace añicos porque tenía los pies de barro? Es dudoso pero no imposible. La política represiva habitual de la tiranía china consiste en aceptar las reivindicaciones de las protestas y al mismo tiempo detener a los líderes.

El Trío de la Bencina sigue en sus trece un día más, afanados en contrarrestar la falta de tracción electoral del presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. Van a ello con tanto entusiasmo que solo La Razón lleva alguna cosa en portada de las revueltas en China. Nada, un recorte perdido. Este diario, el más oficialista pepero, abre con una entrevista al vicepresidente económico de ese partido donde dice lo mismo que han dicho todos esos cargos de todos los partidos dinásticos de España: que reformarán la administración, generarán muchos puestos de trabajo y se pondrán al servicio de los empresarios, etcétera. Venga. El Mundo juega su particular billar de la mala leche con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page —un nacionalista español y un anticatalán en la estela de José Bono—. El diario quiere asustarle diciendo que perderá las elecciones si se deroga la sedición. Pobre Page. La encuesta que publican no dice nada de eso, pero es que además cometen el absurdo de equiparar correlación con causación. Podían haber titulado, con el mismo poco rigor: "Page, a punto de perder Castilla-la Mancha tras el empate de España con Alemania". Te puedes reír. ABC también sale con una encuesta donde dice lo que su público quiere escuchar: que el PP y Vox suman mayoría absoluta. A ver cómo casa todo este blanqueo del partido de extrema derecha nacionalista como compañero de gobierno natural del PP con el afán de Feijóo de desmarcarse de él.

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