Se van Inés Arrimadas y Laura Borràs. Casi todas las portadas lo recogen al mismo tiempo, otorgando más protagonismo a la expresidenta de Ciudadanos que a la expresidenta del Parlament, seguramente porque todo el mundo daba por seguro que la mesa del Parlament acataría la decisión de la Junta Electoral Central y retiraría el escaño a Borràs, mientras que era una incógnita el destino de Arrimadas tras la debacle electoral de su partido en las elecciones municipales.
En relación con esta última, El Mundo se frota las manos abriendo la portada con la oferta del Partido Popular de incorporar a los cargos de Ciudadanos que decidan hacer el salto. La Razón dice una cosa parecida sin mencionar a Cs, sino a un genérico "centro" y a Vox. Para la caballería mediática de la derecha española, presentar al PP como la casa común de todo aquello que cae a la derecha del PSOE es, desde hace días, un estribillo constante. Que el PP vuelva a ser el PP del 2011, el de la última mayoría absoluta, es un argumento central. El País, en cambio, hace todo lo que puede para presentar a la derecha dividida, en pugna y radicalizada, como hace el Trío de Bencina con el llamado "bloque de la investidura" de Pedro Sánchez desde que existe.
Una portada que tiene gracia para los que estudiaron la EGB es la del ABC, dedicada al coloquio celebrado en Madrid entre dirigentes "históricos" del PSOE y de la UGT de los años 80 y 90. Entre otros, estaban en la cosa Juan Carlos Rodríguez Ibarra (75 años), Francisco Fernández Marugán (76), Nicolás Redondo Terreros (64), Cándido Méndez (71) y Joaquín Leguina (82), que conspiran con Alfonso Guerra (83), para descabalgar a Pedro Sánchez (51), actual secretario general del partido socialista, presidente del gobierno español y candidato a renovar este mandato en las elecciones del 23J.
Tiene gracia porque todos los conspiradores mencionados se situaron en la política española en la estela de la conspiración sobre que Felipe González (81 años), Guerra y compañía encabezaron en el congreso del PSOE de Suresnes de 1974 contra los entonces dirigentes del partido —gente de edad del exilio republicano— que entonces también se llamaban "históricos", como hace el ABC con las citadas reliquias vivientes. Uno de los "jóvenes del interior" sublevados era el padre de Nicolás Redondo. Suresnes remató la pugna entre dos visiones de España y se impusieron los jóvenes socialistas del interior, que no querían dejar el espacio de la izquierda futura en manos del Partido Comunista, mucho más presente y activo. La portada tiene gracia, en fin, porque da razón a la frase con que Karl Marx arranca el ensayo El 18 de Brumario de Luís Napoleon: "La historia se repite dos veces: la primera como tragedia, la segunda como farsa". El ABC haciéndose eco de Marx, aún involuntariamente, también tiene gracia.
