El referéndum ya no es una línea roja para Podemos para iniciar el diálogo con el PSOE. Así lo han confirmado fuentes podemitas a El Nacional, después de que este jueves el número dos de la formación, Íñigo Errejón, haya asegurado que están dispuestos a sentarse a la mesa con el PSOE "con la mano tendida" y "sin líneas rojas".

Aunque desde el partido han admitido que los pactos siempre comportan cesiones, han querido remarcar que el PSOE "se equivoca" si cree que el encaje de Catalunya no pasa por más democracia y han criticado que desde las filas socialistas sí sigan poniendo puntos innegociables de cara a un diálogo entre ambas formaciones.

La premonición valenciana

"Claro que es negociable, en la forma y en el fondo", dijo Mónica Oltra, líder de Compromís, el 8 de enero sobre el referèndum. En una entrevista en la Ser, Oltra, el partido de la cual fue coaligado con Podemos a las generales, criticó "las posiciones inamovibles" y se mostró convencida de que se podría constituir en España un gobierno "progresista y de cambio a la valenciana".

Estas palabras venían precedidas de unas del líder de los morados, Pablo Iglesias, el 28 de diciembre, donde afirmó que la Ley 25 de Emergencia Social, una de sus propuestas estrella, era más prioritaria que no el referéndum.

La gran coalición

Desde Podemos temen que el pacto de ayer entre PP, PSOE y C's para acordar las nuevas mesas de las Cortes españolas, y que hizo presidente del Congreso a Patxi López, pueda estar dibujando una gran coalición a la alemana. Por ello, Errejón ha insistido esta mañana en que la prioridad es que "el PP no repita en la Moncloa".

De momento, los de Pedro Sánchez no han cedido ni una coma. El entendimiento de ayer con los de Rajoy y Rivera aleja una de sus otras promesas clave, la constitución de cuatro grupos parlamentarios, que tenía que permitir tener voz propia a la confluencia gallega, catalana y valenciana.