El Partido Nacionalista Vasco (PNV) no las tiene todas después de leerse por encima el acuerdo entre el PSOE y Sumar para reeditar una coalición de gobierno a La Moncloa. En plenas negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez, los nacionalistas vascos han expresado "muchas dudas" sobre el detalle del acuerdo y han asegurado que, entre otros, les preocupa que algunas cuestiones puedan implicar "una invasión de competencias" del Estado respecto de las Comunidades Autónomas. En este sentido, según advierten fuentes del PNV, el lenguaje que se utiliza al texto del pacto "no parece caminar sobre la senda del respeto al autogobierno".

Los votos de los cinco diputados del PNV son indispensables para que salgan los números a la investidura de Pedro Sánchez, tal y como lo son todas las formaciones de la mayoría plurinacional que ha servido para echar a andar la decimoquinta legislatura española. Los de Aitor Esteban se hacen rogar y, con respecto al estado de las negociaciones con el PSOE, afirman que "todavía no puede hablar de acuerdo" y animan a las todas las partes implicadas a ser "muy cuidadosos" a la hora de negociar. "Todavía hay mucha tela que cortar", resumen los vascos después de tener a las manos el contenido del acuerdo PSOE-Sumar anunciado y explicado este martes por la mañana.

"La presentación del acuerdo deja muchas dudas y preguntas en el aire", afirman fuentes parlamentarias de los jeltzales, que admiten tener preocupación por algunos aspectos. Al margen de la sospecha sobre la invasión competencial en sanidad, educación, becas o vivienda, el PNV también han avisado que los "mal llamados" impuestos a la banca y a las energéticas "tienen que respetar" el concierto económico vasco y "se tienen que concertar" con las instituciones de Euskadi y Navarra si el PSOE y Sumar quieren contar con el voto positivo del PNV.

El PSOE y Sumar ponen la primera piedra

PSOE y Sumar han acordado reeditar un gobierno de coalición español después de ponerse de acuerdo en una de las medidas que la vicepresidenta Yolanda Díaz reivindicaba como más fundamental: reducir la jornada laboral sin reducción salarial. Las dos formaciones también han pactado una reforma de la financiación autonómica, aumentar el parque de vivienda pública hasta el 20%, alcanzar el "pleno empleo", reforzar el sistema público de salud, revisar los objetivos para evitar el cambio climático y universalizar la educación de los 0 a los 3 años. PSOE y Sumar han pactado, concretamente, que la jornada laboral se reduzca hasta las 37,5 horas semanales.

A primera hora, había algunos desajustes en los comunicados que cada una de las dos formaciones ha enviado. Lo más importante: Sumar incluía una reforma de la financiación territorial que el PSOE no mencionaba en ningún momento. Y los socialistas tampoco incluían en su texto que se había llegado al acuerdo de derogar la ley mordaza, un compromiso ya alcanzado con Podemos en la última legislatura. La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, que ha confirmado más tarde esta reforma de la financiación autonómica a la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros.