Los partidos políticos vascos ya van al grano en Madrid. Ayer fue EH Bildu quien convocó una asamblea nacional extraordinaria para proponer a sus bases el voto a favor de los presupuestos del Estado. Hoy ha sido el PNV quien ha anunciado el  de sus seis diputados en el Congreso a las cuentas públicas del Gobierno de coalición. Lo ha comunicado en rueda de prensa su portavoz en la cámara baja, Aitor Esteban, después de que les hayan aceptado un segundo paquete de enmiendas. La semana pasada los jeltzales ya acordaron con el Gobierno un primer paquete enmiendas, que incluía la eliminación del impuesto en el diésel. Por eso ya están en disposición de confirmar el voto favorable, probablemente en respuesta al movimiento de la izquierda abertzale.

El segundo paquete de enmiendas acordado por el PNV, anunciado hoy por Esteban, incluye el cambio de manos de los cuarteles de Loiola, que serán traspasados del Ministerio de Defensa al Ayuntamiento de Donosti antes de que acabe el año 2021. También contempla inversiones en I+D+I, un impulso a la energía eólica, la apuesta por el aeropuerto de Vitoria y una serie de infraestructuras para el País Vasco. Aitor Esteban se ha mostrado satisfecho porque se han aceptado la mitad de sus enmiendas.

Ayer fue el turno de EH Bildu. Después de reunirse por la mañana, la Mesa Política de la formación abertzale tomó dos decisiones al respecto. La primera, convocar este jueves a las 18:30 una asamblea nacional extraordinaria para analizar la posición ante los presupuestos generales del Estado. La segunda, hacer en esta asamblea una propuesta a ratificar por las bases: que los cinco diputados de EH Bildu en el Congreso voten favorablemente las nuevas cuentas públicas. Lo anunció el coordinador general de la formación, Arnaldo Otegi, que negó ninguna contrapartida con el acercamiento de presos de ETA, como denuncia la derecha española.

Así, a falta que las bases de EH Bildu ratifiquen el voto favorable, el Gobierno ya contará con once votos favorables --seis del PNV y cinco de Bildu-- provenientes del País Vasco, que se sumarían a los 155 del PSOE y Unidas Podemos. Ahora Pedro Sánchez ya mira hacia Catalunya, donde espera poder llegar a un entendimiento con ERC y los cuatro diputados del PDeCAT.