Los pesos pesados del equipo de comunicación de Esquerra Republicana han desembarcado en el Palau de la Generalitat con una misión clara, el control acérrimo del mensaje, sin "margen para la improvisación". La escogida para encarnar esta tarea, la nueva portavoz Patrícia Plaja, se ha estrenado esta mañana en una entrevista en Catalunya Ràdio para concretar como piensa hacerlo para conseguirlo. En esencia, que desaparezcan las opiniones políticas de las intervenciones de la portavoz del Govern.

La receta que se ha autoimpuesto es "transparencia, claridad y rigor". Después de una legislatura marcada por el exceso de ruido, por la retransmisión en directo de las diferencias entre socios, el ejecutivo de Aragonès apuesta por un giro de 180 grados en la política comunicativa. Para empezar, haciendo que la portavoz no sea consellera. De esta manera, y según ha explicado ella misma, Plaja no llenará el discurso político, una función reservada para el president, vicepresident y los consellers, sino que se limitará a compartir la información desde una vertiente técnica. "No me veo haciendo de pacificadora. Sí de periodista y técnica".

El secreto del éxito

Sin embargo, la portavoz es consciente de que el hecho que el proyecto funcione no depende sólo de ella sino del Govern entero. "Lo que explique un conseller tiene que ser coherente con lo que explique otro. No sólo tiene que ser coherente la comunicación, también lo tiene que ser la acción de gobierno", ha reconocido, consciente de que "seguro que habrá diferencias, discrepancias y matices". Que estén, sin embargo, no significa que se tengan que hacer públicos. Este será el secreto del éxito. Por eso, más allá de las comparecencias como portavoz, se le ha encomendado la función de construir una estrategia comunicativa que, entre otras cosas, ayude a hacer entender a los miembros del ejecutivo que "las filtraciones son un problema, una distorsión." En este sentido, ha pedido ya de entrada que los consellers actúen con "lealtad" en este aspecto, que "se crean que hace falta una sola voz", porque en caso contrario "avanzarán torcidos".

Una de las condiciones para aceptar el cargo que, según ha explicado la hasta ahora jefe de comunicación de Mossos, puso al equipo del presidente es que no se la utilice políticamente. Que quede claro que su perfil es técnico.

A partir de aquí, se ha fijado el reto de conseguir "hablar el lenguaje de la gente de la calle para, poco a poco, poder ir reconectando a la sociedad con la política. "La gente está sobradamente capacitada para que si lo explicas una vez lo entienda a la primera".

En la imagen principal, Plaja durante una entrevista en Catalunya Ràdio / G. L.