El nuevo equipo de comunicación que ha desembarcado en el Palau de la Generalitat se ha inspirado en la Casa Blanca -y también en la Comisión Europea- para imprimir un volantazo a la estrategia comunicativa del Gobierno. El núcleo duro de Pere Aragonès, con Sergi Sabrià como jefe de la Oficina del presidente al frente, se han propuesto, en palabras textuales, "profesionalizar" la gestión de la información. El objetivo es alejarse tan como puedan de la olla de grillos en que se había convertido el anterior ejecutivo, lo que arrancó con Quim Torra y acabó con Aragonès haciendo las funciones de presidente sustituto.

Con un equipo de consellers renovado prácticamente en su totalidad, la voluntad ahora es hacer un lavado de imagen a la institución. El nuevo mantra, en las bambalinas de Palau, está hecho, no opiniones. El mensaje ya se ha trasladado a cada uno de los miembros del ejecutivo, tanto en los de Esquerra Republicana como en los de Junts per Catalunya. Con todos ellos se ha compartido la necesidad de huir de la sistemática escenificación de contradicciones internas entre miembros del gobierno, que en los últimos tiempos se había convertido en la tónica habitual entre los socios.

La misión de Plaja

La designación de Patrícia Plaja como nueva portavoz del Gobierno responde a esta determinación. Como profesional no alineada con ninguno de los dos partidos del gobierno, la tarea que tiene encomendada es ser una voz aséptica, sin contaminar. La condición de separar la función de portavoz de la figura de conseller, que es como se había funcionado en la última década, ha sido una condición de ERC durante las negociaciones para hacer Gobierno. Los republicanos entienden que de esta manera se minimizará la competencia entre consellers para ocupar minutos de telediario.

La fórmula de contar con una portavoz exclusivamente dedicada a esta tarea, sin cargo de consellera no es nueva. La impulsó el segundo tripartito, el de Montilla, con Aurora Massip. El hecho de que no pudiera formar parte de las reuniones del consejo ejecutivo acabó siendo un handicap. Para no repetir los mismos errores, Plaja participará de una parte de la reunión semanal del gobierno. Si bien la ley sólo permite que asistan el presidente, los consellers y el secretario de gobierno, después de una primera parte reducida, se abrirá el consejo ejecutivo para que la portavoz pueda despachar directamente con los consellers.

Al margen de comparecer cada martes en rueda de prensa por|para informar de los acuerdos de gobierno, a Plaja le han encargado la capacitación de otros miembros técnicos para que puedan hacer de portavoces en los suyos respectivos ámbitos sectoriales, como|cómo ha pasado durante la pandemia con Marc Ramentol, como secretario general de Salud durante la pandemia o con Ismael Peña López, director general de participación ciudadana y procesos electorales, encargado de velar que las elecciones del 14-F pudieran celebrarse con garantías.

En la imagen principal, reunión del consejo ejecutivo. / R. Moreno