La fiscalía pide un año y diez meses de libertad vigilada a un menor de edad detenido durante la protesta convocada en Lleida por los Comités en defensa de la República (CRD), el día de la detención de Carles Puigdemont, el 25 de marzo pasado, en Alemania. El juicio será el 14 de noviembre en el juzgado de menores de Lleida y los CDR han convocado para aquel mismo día por la mañana una concentración ante los juzgados para darle apoyo.

El ministerio público lo acusa de un delito de atentado a la autoridad y de desórdenes públicos. Con motivo de la protesta, los Mossos detuvieron a seis chicos más, que quedaron en libertad después de declarar en comisaría y están pendientes de juicio. La protesta contra la detención de Puigdemont fue  la subdelegación del gobierno del Estado en Lleida, blindado con vallas.

Durante las protestas promovidas por los CDR en Lleida delante de la subdelegación del gobierno español en Lleida, el 25 de marzo, se vivieron momentos de tensión entre los manifestantes y los agentes de la policía catalana, que cargaron varias veces para evitar que los concentrados pudieran llegar hasta las puertas del edificio. La movilización, con el lema 'Rompemos las cadenas de la represión', llegó a congregar a unas 3.000 personas, cifra que se redujo a unos cuantos centenares cuando empezaron los enfrentamientos con la policía.

Los momentos más tensos se produjeron cuando decenas de concentrados desbordaron el cordón policial para acercarse a la entrada del edificio, momento en que los Mossos sacaron las porras para hacerles retroceder. Hubo varias personas heridas y un manifestante, un vecino de Lleida de 18 años, que fue evacuado en ambulancia herido en la cabeza, supuestamente por un golpe de porra.

Durante la protesta se colgó una estelada y una pancarta pidiendo la libertad de los presos políticos en la fachada de la sede del ejecutivo español en la capital del Segrià, donde también se tiraron huevos, latas y otros objetos.