El president de la Generalitat, Pere Aragonès, se ha reunido este lunes con el papa Francisco en una audiencia privada en el Vaticano. El encuentro ha durado cerca de 40 minutos y han abordado varios temas, entre ellos, "la preocupación compartida por la situación de Israel y Palestina" y la actualidad política española, en el marco de las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez. Así como su posicionamiento respecto a la ley de amnistía y el referéndum de Catalunya, según ha apuntado Catalunya Ràdio. La reunión, que ha sido "muy cordial" ha empezado a las 9:25 horas en la biblioteca del Palacio apostólico del Vaticano, como acostumbra a ser habitual, y han estado ellos dos solos.

Aragonès y el papa hablan de la actualidad política

A la salida de la reunión, Pere Aragonès ha resumido el contenido de su conversación con el santo padre, donde han hablado sobre la necesidad de avanzar hacia soluciones diplomáticas de que garanticen el derecho a la vida en el marco de la guerra de Oriente Próximo. Además, ha detallado que ha compartido con el papa Francisco la lucha contra las desigualdades que se hace desde Catalunya, "en el ámbito de la educación, y de acogida de la inmigración".

El president ha reconocido que sí han hablado sobre la actualidad política en España, y el papa ha expresado que "el camino siempre es hablar para llegar a acuerdos", aunque no ha dado más detalles de la conversación. "Todos conocen mi compromiso político y personal con el diálogo y la negociación para defender lo que son mis principios políticos y en este sentido lo he compartido con el papa", ha detallado. Además, ha añadido que "la posición del vaticano y del papa Francisco sobre la relación Catalunya y España es conocida".

Sobre las negociaciones y los acuerdos para la investidura de Pedro Sánchez, Aragonès ha apuntado que puede hablar del acuerdo en el cual ha trabajado junto con su partido, que lo ha calificado de bueno. "Garantiza que la amnistía llegue a todo el mundo, porque ofrece un proceso de negociación para ir al fondo del conflicto, que pase por el reconocimiento nacional de Catalunya, y también porque se garantiza el traspaso integral de Rodalies", ha resumido.

Aragonès le ha regalado algunas obras de la literatura catalana al papa, como los versos de Canigó, de Jacint Verdaguer, o las poesías completas de Joan Maragall, así una edición específica del canto espiritual, y otras obras en catalán. Finalmente, Aragonès ha agradecido al papa "su amabilidad y su disponibilidad y sus palabras".

Encuentros entre el Vaticano y el Govern

La audiencia la solicitó el president Pere Aragonès el pasado 22 de junio en una carta en la cual también se hacía referencia a las relaciones entre las instituciones catalanas y el Vaticano y a la proximidad de dos acontecimientos relevantes en Catalunya, como son la celebración en 2025 del milenario de la Abadía de Montserrat y la culminación de las obras de la Sagrada Familia.

Se trata de la segunda vez que el papa ha recibido en audiencia a un presidente catalán en el Vaticano, después de que Juan Pablo II se reuniera con Jordi Pujol en 1981, si bien en 2002 el mismo Juan Pablo II recibió a Artur Mas cuando era conseller jefe del Govern. Pujol también se encontró con Juan Pablo II en la visita del papa a Catalunya en 1982, mientras que José Montilla, en su etapa como presidente catalán, recibió a Benedicto XVI en su visita a Barcelona en 2010.

Problemas de salud del papa

El papa Francisco no está pasando por unos buenos momentos de salud. Este lunes ha decidido suspender un discurso que tenía preparado al recibir a miembros de la Conferencia de rabinos europeos, con voz cansada ha explicado que no se encuentra bien de salud y que prefería no leer el discurso. "Buenos días, os saludo a todos y os doy la bienvenida. Gracias por esta visita que tanto me gusta, pero sucede que no estoy bien de salud, y por eso prefiero no leer el discurso, sino dároslo y que vosotros lo llevéis", ha dicho el papa. Sin embargo, no ha suspendido su agenda, y esta tarde está previsto un encuentro con cerca de 7.000 niños de todo el mundo en el aula Pablo VI del Vaticano.