El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, recordó ayer que el exministro de Defensa y exdiputado del PP Federico Trillo defendió en 1994 que el delito de rebelión sólo lo podían cometer militares o civiles armados que siguieran órdenes de militares, dos supuestos que no se han dado en Catalunya. 

Este recordatorio que ha traído a colación en el Pleno del Congreso para informar de la última cumbre europea y la venta de armas a Arabia Saudí ha servido a Sánchez para argumentar que el actual presidente del PP, Pablo Casado, adelante "por la derecha" a un político como el señor Trillo.

Y también le ha permitido coincidir con la reflexión que el portavoz del PNV, Aitor Esteban, le ha hecho al PP en relación con los hechos acaecidos en Catalunya el año pasado. "Ha estado muy acertado", le ha dicho a Esteban, a cuya formación el Gobierno intenta atraer al acuerdo de Presupuestos.

De hecho, el posicionamiento de Sánchez sigue la línea apuntada ayer según la cual el Gobierno español podría estar estudiando mantener para los procesados por el 1-O la acusación por el delito de sedición pero no por el de rebelión.

El PNV niega golpe de Estado

Minutos antes, Esteban había negado que pueda hablarse siquiera de un intento de golpe de Estado en Catalunya cuando este tipo de sublevación requiere el uso de la "fuerza" y el proceso catalán, ha remarcado, ha sido "pacífico a pesar de que algunos hubieran querido otra cosa". Es una "frivolidad", ha advertido Esteban, hablar de "rebelión" o "sedición" por parte de los dirigentes del 'procés' y por eso España está teniendo problemas al respecto en los tribunales de los países adonde se han fugado algunos de esos dirigentes.

"Lo que ha habido en Catalunya es una crisis constitucional en torno a la identidad nacional catalana y eso se aborda políticamente", ha advertido el portavoz del PNV, que ha pedido que no se compare al presidente de ERC, Oriol Junqueras, en prisión preventiva, con el militar golpista del 23-F, Antonio Tejero.

Esteban ha suplicado al PP que desista de intentar engañar a la opinión pública trivializando las palabras porque eso "luego es un problema a la hora incluso de dar pasos jurídicamente".