Susana Díaz se ha levantado esta mañana con el único triunfo de su candidatura a su comunidad, Andalucía, y con unas cuantas editoriales poniendo el foco en su derrota y en los cambios que, a partir de ahora, irán sucediendo -o no- dentro del partido.

Si la presidenta de Andalucía se pensaba que triunfaría por todo el Estado, y de eso fardaba durante la campaña por|para las primarias del PSOE, ahora se tiene que tragar sus palabras y ver cómo Pedro Sánchez le ha pasado por delante con una clara victoria en todas las comunidades españolas, menos -cómo no podía ser de otra manera- en Andalucía y el País Vasco.

Quizás, las primarias de los socialistas españoles no se han hecho de la mejor manera posible, o al menos así lo pone de manifiesto Fernando Jáuregui en La Voz de Almería, donde insinúa que, quizás, el PSOE tendría que mirarse en los socialistas franceses e incluir también en las elecciones del partido a los simpatizantes con sus principios. Eso, según expone, "habría estado más democrático".

Ahora, el PSOE tendrá que aclarar cuál es su posición con Catalunya -uno de los puntos que más preocupa a según qué medios-, decidir sus alianzas y, sobre todo, definir su estrategia con Podemos. La prensa andaluza, en la línea de los diarios estatales, se muestra preocupada por este cambio de dirección.

Muere la moderación

Pero Díaz era sinónimo de "moderación" para muchos y eso es, precisamente, de lo que hoy se lamenta el Diario de Sevilla a su editorial, que los socialistas españoles se hayan "alejado de la moderación" y hayan acercado el partido "al campo gravitatorio de Podemos", además de "ampliar el espacio electoral del PP por su izquierda".

Dejar la moderación de lado es sinónimo de abandonar todo aquello que había caracterizado el partido desde la Transición, según apunta el medio citado, que no se ha podido privar de recordar que con Sánchez, el PSOE "ha obtenido los peores resultados de la historia" como consecuencia de un "discurso populista y radical muy alejado de la izquierda moderada con vocación de forjar mayorías desde las clases medias y profesionales".

Si bien es cierto, según el diario mencionado, que con la elección del nuevo secretario "los socialistas dan un paso más hacia el desastre político y se acercan peligrosamente al campo gravitatorio de Podemos", también lo es que, con la derrota de Díaz, Andalucía se queda en una situación de "incertidumbre", mientras su presidenta voz como su carrera política "se encuentra comprometida, pero no finiquitada".

¿Nueva España?

Mientras El Correo de Andalucía se limita a escribir un editorial centrada en criticar Podemos y, de rebote, aprovecha para guiñar el ojo a todos aquellos que han dado la victoria en Sánchez para que sepan que, ahora, el PSOE se acercará más a estas posiciones de discursos en el hemiciclo "vergonzosos, ridículos y de insultos a la inteligencia"; Diario Sur aprovecha para cuestionarse si el éxito de este nuevo modelo de socialismo llevará de la mano un cambio de rumbo al Estado, una "nueva España".

El PSOE de Sánchez tiene pocos elementos comunes con lo que reinaba hasta hace pocas horas y este es el mensaje que ha querido transmitir la militancia, que han hecho revivir a un exsecretario general que era un "muerto viviente" y le han otorgado el "mayor poder de la historia", mientras Díaz tendrá que asumir una derrota que la deja en el hilo del abismo" porque, entre otros, "sus argumentos han quedado calcinados" y decidir si quiere fortalecer el socialismo andaluz o empieza una nueva batalla por el liderazgo del partido.

En esta misma línea, La Opinión de Málaga pone de relieve que lo que ha obtenido la presidenta andaluza es "un pobre bagaje para una aspirante que aspiraba a todo", pero ahora tendrá que gestionar su derrota y replantearse muchas cosas.