Pedro Sánchez ha mezclado este miércoles peras con manzanas. El presidente del Gobierno ha esquivado las preguntas que le ha hecho el líder de Esquerra Republicana en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, sobre el policía español infiltrado en movimientos sociales de Barcelona, y ha hecho una defensa de la necesidad de reformar la ley mordaza. Durante la primera sesión de control del año, el republicano ha preguntado al jefe del ejecutivo español sobre cuál es el "modelo policial" que defiende el gobierno de PSOE y Podemos.

 

Ante una pregunta tan abierta, el presidente socialista ha optado por, en primer lugar, asegurar que el modelo policial vigente en el estado español se basa en "garantizar los derechos y libertades" de los ciudadanos, además de tener "preparados" los agentes de policía para "afrontar los peligros que tenemos ante nosotros". Ha sido esta entradilla la que ha utilizado Sánchez para destacar la importancia de llegar a un acuerdo en la reforma de la ley mordaza y, de esta manera, tener una policía más democrática.

El presidente del Gobierno ha querido valorar que la reforma de una de las leyes más polémicas del mandato de Mariano Rajoy haya iniciado ya sus trámites para hacerse realidad, por mucho que todavía haya profundos desacuerdos entre los socios parlamentarios del Gobierno. Para convencer al grupo republicano de sacar adelante la reforma que defiende el PSOE, ha asegurado que, de momento, la ponencia ya "ha mejorado los aspectos que preocupaban" a muchos de los diputados que formaban parte del Congreso cuando gobernaba el PP de Rajoy.

Rufián, en su réplica, no ha tratado el tema de la ley mordaza, sino lo que realmente quería tratar con Sánchez. El republicano le ha recordado que una infiltración policial solo se puede justificar si se persiguen delitos relacionados con el tráfico de personas y de drogas, la venta de explosivos y de material nuclear, la prostitución y el terrorismo. "¿Qué delitos perseguían cuando infiltraban a un policía en casales, 'esplais' y movimientos vecinales de Barcelona?", ha preguntado el portavoz de ERC al presidente español.

En este mismo sentido, ha denunciado que ninguna de las personas que ha estado durante tres años en contacto con este policía infiltrado ha sido detenida o ha pasado por la prisión. "¿Por qué ninguno de estos espacios se ha cerrado?", ha reiterado. A pesar de las preguntas de Rufián sobre los "límites morales y éticos" de la policía española, Sánchez se ha mantenido en su línea, ha esquivado la cuestión, y ha contestado que la intención del ejecutivo que él preside es "reformar y mejorar los aspectos más lesivos de la ley mordaza". Asimismo, ha destacado que ya hay bastantes acuerdos entre las fuerzas progresistas de la cámara baja para llegar a uno definitivo, aunque haya algunas discrepancias relacionadas con el uso de pelotas de goma, las devoluciones en caliente y la desobediencia y faltas de respeto a la policía.