El secretario de organización del PDeCAT y diputado en el Congreso, Ferran Bel, se ha mostrado abierto a no bloquear el inicio de la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado, para así "dar más tiempo" a una negociación con la finalidad de llegar a una "solución política" para Catalunya.

En una entrevista con la agencia Efe, Bel ha puesto en valor la reunión del 20 de diciembre en Barcelona entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el la Generalitat, Quim Torra, para intentar canalizar el conflicto catalán. Después de estos contactos entre los dos gobiernos, que proseguirán en enero, "es evidente que el escenario es diferente que el de hace tres o cuatro semanas", ha destacado.

Por eso, el diputado del PDeCAT en el Congreso ha considerado que, por muy "incipiente" que pueda ser la negociación, no es el momento de "cerrar puertas" a esta relación entre los dos ejecutivos.

Si bien ha puntualizado que la previsión del PDeCAT de rechazar los presupuestos en la votación final "no ha cambiado" por ahora, otra cosa es que las cuentas "se tengan que abortar desde un primer momento", mientras hay "espacios de negociación abiertos", por muy "remotos" que puedan ser los eventuales acuerdos.

Para "dar el máximo tiempo posible" a esta negociación que tendría que servir para "poner sobre la mesa un esbozo de solución política para Catalunya", Bel se ha inclinado por no presentar enmienda a la totalidad a los Presupuestos Generales del Estado, aunque ha aclarado que "la decisión no está tomada", ya que todavía no han tenido acceso al proyecto de cuentas del Gobierno para 2019.

No a las enmiendas a la totalidad

En todo caso, "no traicionaríamos a nadie si nosotros mantenemos nuestra decisión final sobre los presupuestos al final de la tramitación, porque daríamos más tiempo a la negociación". Lo que sí ha descartado ya es que el PDeCAT vaya a dar apoyo a las enmiendas a la totalidad a los presupuestos que previsiblemente presentarán PP y Ciudadanos.

Superar el debate de totalidad garantizaría entre uno y dos meses de tramitación parlamentaria a los presupuestos, antes de llegar a la votación final en el pleno, y daría margen temporal a la negociación entre Gobierno y Generalitat.