La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo (PE) ha decidido este martes enviar una carta a la Generalitat de Catalunya para preguntar si hay discriminación lingüística a los castellanohablantes en las escuelas catalanas, a raíz de una queja presentada por la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB). "El Tribunal Supremo decretó en el 2015 que un 25% de las clases tienen que ser impartidas en castellano y me están diciendo que eso no se cumple, por lo cual tendrá que preguntar a las autoridades competentes", ha asegurado la presidenta de la mencionada comisión, Cecilia Wikström, en respuesta a la representante de la AEB, Ana Losada.

Losada había pedido un sistema educativo que, según su opinión, "respete que la sociedad es bilingüe y no imponga el catalán a los castellanohablantes, que son mayoría". "Soy la voz de muchos padres y madres catalanes que queremos romper el miedo de denunciar la vulneración de derechos a la cual se ven sometidos nuestros hijos", ha asegurado Losada en Bruselas, que ha asegurado que los niños de cero a seis años no reciben educación en castellano y que esta cifra sólo sube a tres horas semanales entre los 12 y los 16 años.

A pesar de la queja, la presidenta de la Comisión europarlamentaria ha desestimado "por ahora" la posibilidad de enviar a un equipo a examinar la situación a los colegios catalanes, porque ha entendido que "preguntar a las autoridades es el paso previo" a tomar esta medida. A pesar de eso, la representante de la AEB se ha mostrado "satisfecha" con esta decisión, ya que "por fin se escuchan estas reivindicaciones después de tantos años", según ha explicado en declaraciones a la prensa después de su intervención ante la Comisión de Peticiones de la Eurocámara.

Además de esta petición presentada por la AEB, la asociación Impulso Ciudadano ha planteado también otra queja relativa a la eventual discriminación lingüística que sufren los castellanohablantes en el ámbito del consumo, por las multas que presuntamente se imponen a comerciantes que no rotulan en catalán. "Esta petición se mantendrá abierta y esperamos recibir más adelante argumentos que justifiquen alguna otra acción", ha alegado Wikström, que ha decidido no tomar ninguna medida en este sentido.

El representante de Impulso Ciudadano que ha acudido a la Comisión de Peticiones del PE, Carlos Silva, ha denunciado la "persecución" a la cual se ven sometidos "aquellos comerciantes que deciden rotular, por ejemplo, la mitad en español y la mitad en catalán". "En Catalunya los derechos lingüísticos se miden con doble medida y los inspectores de consumo se han convertido en los inspectores de unos pocos", ha denunciado Silva.

El encargado de rebatir la tesis de la discriminación lingüística ha sido el eurodiputado de Esquerra Republicana de Catalunya Josep Maria Terricabras que ha asegurado que "los niños catalanes obtienen puntuaciones en conocimiento del castellano por encima de la media española en el informe PISA".

Finalmente, el representante de la Comisión Europea (CE) que ha acudido ante la Comisión de Peticiones, Antoniu Marc, ha dicho en los dos casos que el Ejecutivo comunitario "no tiene competencias en este sentido", por lo que la actuación ante estas situaciones "le corresponde al Estado miembro". "Las leyes sobre lenguaje, ya sean en el ámbito de la educación o el consumo, no entran dentro de la competencia de la CE, que sólo puede dar apoyo a la decisión de que tome al respecto el Estado miembro", ha dicho Marco.

ERC denuncia el "sesgo" del servicio de prensa del PE

Más tarde, Terricabras ha enviado una carta a Jaume Duch, portavoz y director de comunicación del Parlamento Europeo, donde se ha quejado de la "poca profesionalidad" de los servicios de prensa en castellano del Parlamento Europeo por como han informado de una petición sobre "discriminación lingüística" en Catalunya que se ha debatido al comité de Peticiones de la cámara.

Terricabras asegura que la cámara ha emitido una nota de prensa con un titular "erróneo" y con información "sesgada" donde "no se hace ni la más mínima noticia" de los argumentos en defensa de la política lingüística y el modelo de escuela catalana que él y otros eurodiputados han planteado y, en cambio, "se recogen con detalles los argumentos de los peticionarios contrarios a la política del gobierno catalán".

En la carta, Terricabras dice a Jaume Duch que el servicio de prensa que dirige tendría que ser "ejemplar en la exposición de los hechos" y asegura que la nota publicada era "indigna de una institución seria". "Estoy seguro de que la exhibición de unilateralidad y al bies de tu servicio de prensa, que tendría que ser ejemplar en la exposición objetiva y plural de los hechos, te causará tanta pena como yo", asegura el eurodiputado de ERC en el escrito dirigido al portavoz de la cámara.