El Parlamento Europeo no ha pagado finalmente el autobús contratado por miembros de Tabrania que les sirvió para desplazarse hasta Waterloo y hacer el escrache al presidente Carles Puigdemont. Los impulsores de la plataforma unionista, que habían viajado a Bruselas invitados por el eurodiputado de ALDE y exmiembro de UPyD Enrique Calvet y financiados por la Eurocámara, habían intentado colar el importe del alquiler de un minibús dentro de los gastos a justificar en la cámara europea para ser reembolsados. Un gasto, de 614,80 euros, que nada tenía que ver con los objetivos de este tipo de viajes subvencionados por la UE.

Según ha podido saber El Nacional de fuentes europarlamentarias, el departamento de control financiero de la cámara europea ha hecho una evaluación de los costes de la visita organizada por Calvet y ha apartado este gasto al considerar que "no era necesario ni tenía relación" con la visita a las instituciones europeas. Además, el grupo ya se había pasado del importe asignado a cada grupo de visita y, por lo tanto, se ha acabado apartando el gasto sin pedir explicaciones al eurodiputado.

El caso llega, como ya destapó este diario, después de que el pasado 22 de marzo un grupo de 25 personas se desplazaran al Parlamento Europeo invitados por Calvet. Cada eurodiputado tiene la posibilidad de invitar a 110 visitantes al año, repartidos en cinco grupos de al menos 10 personas, y la cámara les paga los transportes, la noche de hotel y las comidas. El procedimiento está pensado para que los ciudadanos de la UE puedan conocer las instalaciones de la cámara europea y entender sus procedimientos, pero parte del grupo invitado por Calvet -y que formaban parte del grupo impulsor de Tabarnia- aprovechó el viaje para desplazarse hasta Waterloo -donde está la Casa de la República- y hacer el escarnio al presidente Puigdemont. Se trata de Miguel Martínez el presidente de la plataforma Tabàrnia, y el portavoz de esta, Jaume Vives.

Aparte del pago del viaje y la estancia, que sí que ha acabado sufragando el Parlamento Europeo, los impulsores de la plataforma intentaron colar el coste del alquiler de un minibús que hizo la ruta a Brussel·les-Waterloo y Waterloo-Brussel·les, y que fue de 614,80 euros. Justamente coincide en que aquel día la plataforma Tabàrnia puso a disposición de periodistas y corresponsales residentes en Bruselas un minibús para facilitarles la cobertura del acto.

Los gastos en transporte que el Parlamento Europeo subvenciona para este tipo de viaje tienen que estar siempre relacionados con los desplazamientos para conocer las instituciones. Una definición que excluye absolutamente este minibús, que finalmente no se ha acabado pagando.

Ahora bien, el viaje y la estancia de los impulsores de Tabarnia se ha pagado igualmente. Las visitas de invitados por eurodiputados duran dos días y, para acceder a la subvención del viaje con fondos europeos, sólo se requiere que se haga una visita de menos de dos horas al Parlamento. Fuera de este tiempo, los invitados que están en Bruselas tienen libertad para destinar las horas del viaje a las actividades que quieran, ya sea hacer turismo, ir de compras o hacer reuniones de trabajo. Así, Miguel Martínez Velasco y Jaume Vives las aprovecharon para desplazarse hasta la Casa de la República de Waterloo y participar en el escarnio en Puigdemont.