El consenso entre los tres principales partidos catalanes ha permitido hoy la renovación de parte de los órganos de designación parlamentaria pendientes de acuerdo desde hace años. Esta tarde la Cámara catalana ha debatido y aprobado con los votos a favor de ERC, Junts y PSC varias designaciones para renovar cargos de la Sindicatura de Comptes, el Consell de l'Audiovisual de Catalunya, l'Autoritat Catalana de Protecció de Dades y el Consell Nacional de la Cultura i de les Arts. Esta renovación ha sido posible después de varios reuniones entre los tres grupos para desencallar esta cuestión y en unas semanas también se abordará en pleno la votación de la publicista Rosa Romà como presidenta de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA), de la cual dependen TV3 y Catalunya Ràdio.

Los nuevos síndicos, propuestos conjuntamente por ERC, Junts y PSC, son Miquel Salazar —nuevo presidente—, Llum Rodríguez, Ferran Roquer, Josep Viñas, Manel Rodriguez, Maria Àngels Cabasés y Anna Tarrach, mientras que los nuevos cinco miembros del CAC son Xevi Xirgo como presidente, Rosa Maria Molló, Miquel Miralles, Laura Pinyol y Enric Cases. El pleno también ha aprobado la designación de la exconsellera Meritxell Borràs como directora de la Autoridad Catalana de Protección de Datos a propuesta del consejo asesor del mismo ente, mientras que Tania Adam y Jaume Ayats han sido designados miembros del Ple del Consell Nacional de la Cultura i de les Arts. Todas las votaciones han ido precedidas de debates de todos los grupos donde básicamente ERC, Junts y PSC han hecho valer haber llegado a un acuerdo que implica casi 100 escaños (97 en total), mientras que el resto de grupos los han acusado de haber hecho un ejercicio de reparto de sillas.

Sindicatura de Comptes

En el debate para la elección de los nuevos síndicos el diputado de ERC José Rodríguez ha subrayado el perfil de los nuevos integrantes y los ha invitado a actuar con rigor y hacer críticas y recomendaciones constructivas. Pere Albó, de Junts, ha opinado que lo que más desprestigiaba al órgano era que no se renovaran los cargos, por lo cual se ha felicitado de desencallar la situación. Desde el PSC Òscar Ordeig ha pedido disculpas por todo este tiempo en que no se han renovado los cargos.

Desde la CUP Dolors Sabater ha acusado a los tres partidos de haberse repartido a los representantes de la sindicatura y ha denunciado que la vinculación de algunos de los miembros con partidos es "incompatible" para la independencia del órgano. Y el diputado de los comunes Juan Carlos Gallego les ha reprochado no haber buscado un "consenso más amplio" que represente la diversidad de la Cámara. Mientras tanto, los tres partidos de la derecha han insistido en que se ha hecho clientelismo, se ha puesto en peligro el prestigio del órgano y han acusado a los tres partidos de negociar de forma "opaca".

En el debate de la elección de los miembros del CAC se ha repetido el sentido del debate. Desde ERC Raquel Sans ha subrayado el consenso amplio; Francesc Ten, de Junts, ha dicho que el nuevo equipo del CAC es "poliédrico, preparado y diverso", mientras que David Pérez (PSC) ha considerado que los nuevos miembros trabajarán para "restablecer la visión de servicio público" de los medios. Las críticas del resto de partidos han sido nuevamente contra "el juego de sillas".

Borràs vuelve a parar los pies a Vox

En todo momento el debate se ha mantenido sin imprevistos, pero una vez más la presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha tenido que hacer un toque de atención a los ultras cuando, en el debate de elección de Borràs como directora de la Autoridad Catalana de Protección de Datos, el diputado de Vox Andrés Bello la ha tildado de "golpista". Cuando ha acabado su intervención la presidenta del Parlament le ha llamado la atención, le ha ofrecido disculparse y retirar la expresión del diario de sesiones. Bello ha insistido en que participó de un golpe de estado, refiriéndose al 1 de octubre de 2017. "No querría que fuera una calificación jurídica, sino comentar hechos que todo el mundo conoce", ha acabado diciendo Bello después de las advertencias de la presidenta.