Conjura de todos los grupos parlamentarios —con la excepción de Vox— para enviar un mensaje contundente contra la violencia machista. El Parlament ha celebrado este viernes la segunda edición del Parlament de les Dones y el hemiciclo se ha llenado de diputadas y representantes del Consell Nacional de les Dones de Catalunya (CNDC) para aprobar una declaración con medidas específicas contra la violencia machista. Este pleno se ha producido, justamente, el día antes que tenga lugar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. El texto, que ha sido trabajado a partir de cinco grupos de trabajo, se centra en propuestas contra la violencia que sufren las mujeres y las niñas, consensuadas entre las diputadas y las representantes del CNDC, como la formación para trabajadores del sector público en este ámbito o el impulso de un organismo que combata la violencia institucional. Además de la declaración, validado por unanimidad a mano alzada, el mensaje ha servido para que entidades, movimientos feministas e instituciones se hayan aliado para reforzar la lucha contra estas violencias y para seguir caminando en la vía de una sociedad más justa e igualitaria.

La declaración que ha aprobado el pleno del Parlamento de las Mujeres, bajo el lema 'Per una Catalunya sense cap tipus de violència contra les dones i les nenes', pone el foco en el trabajo contra las violencias en el ámbito digital, la violencia mediática y política, las violencias en el ámbito de la salud y la violencia obstétrica, la vulneración de derechos sexuales y reproductivos y la violencia institucional. También se ha hecho en la perspectiva interseccional de las violencias machistas. El texto recoge que "todos los actores involucrados tienen que trabajar para prevenir, formar, proteger y evitar la impunidad y tienen que garantizar el derecho a la reparación y no repetición".

Un organismo para la "investigación, actuación, sanción y reparación" de la violencia institucional

En el ámbito de la violencia digital y política, se propugna la promoción de programas educativos y de formación obligatoria para "reconocer y afrontar todas las formas de violencia machista" y que "eviten la revictimización". Además, se pide "legislar para garantizar un espacio digital libre de violencias machistas" con una "perspectiva de género que tenga en cuenta la interseccionalidad", asignar más recursos humanos y económicos a las instituciones y organizaciones y movimientos de mujeres, considerar la violencia política contra las mujeres "un ataque a la ciudadanía que coacciona su capacidad de incidencia y representación", que los medios no presenten "una imagen estereotipada" de las mujeres, el uso de un lenguaje inclusivo y no sexista y promover el acceso de mujeres a órganos de dirección.

Respecto a las violencias contra la salud, se insta a "avanzar hacia un nuevo modelo de salud con una perspectiva de género", garantizar el derecho de las mujeres a "erradicar la violencia obstétrica como una forma de violencia machista", garantizar y evaluar la atención al duelo gestacional, perinatal y neonatal; medidas para favorecer la crianza, un modelo integral para la salud mental o repensar el modelo de atención a las personas mayores. En referencia a la vulneración de derechos sexuales y reproductivos, se propone garantizar la educación afectivosexual en toda la etapa educativa obligatoria, garantizar estos derechos en todas las etapas de la vida o el impulso de un espacio independiente como observatorio de las vulneraciones y violencias vinculadas a los derechos sexuales y reproductivos para "generar mecanismos de denuncia, herramientas e indicadores de seguimiento, vigilancia y protección".

Desde la perspectiva interseccional, se manifiesta que hay que "recoger sistemáticamente datos desagregados" por múltiples factores, como el género, edad u orientación sexual; formar en "feminismo interseccional" a todos los profesionales de educación, cultura, salud, política, seguridad y justicia; o dotar de más presupuesto las leyes que tratan las interseccionalidades. En relación con la violencia institucional, destaca el hecho de "garantizar que el Govern tenga un organismo responsable, referente y garante de la prevención, investigación, actuación, sanción y reparación de la violencia institucional en el sector público de Catalunya". En paralelo, se propone "proporcionar las herramientas y recursos suficientes" para la prevención de este tipo de violencia y el impulso de una formación obligatoria "con perspectiva de género, interseccional y antirracista" para el personal de todo el sector público.

El trabajo de la declaración

La declaración es fruto de un trabajo de meses que se ha hecho en cinco grupos coordinados por Alícia Oliver (grupo de trabajo sobre las violencias en el ámbito digital y violencia mediática y política), Gemma Falguera (grupo de trabajo sobre las violencias en el ámbito de la salud), Sílvia Aldavert (grupo de trabajo sobre la vulneración de los derechos sexuales y reproductivos), Carme Riu (grupo de trabajo sobre el abordaje interseccional de las violencias machistas) y Núria Viñas (grupo de trabajo sobre la violencia institucional). Ahora, esta declaración se llevará a la próxima Junta de Portaveus para que se lea en una sesión plenaria del Parlament.

En el turno de intervención de los grupos parlamentarios, tanto el PSC (ha intervenido Gemma Lienas) como Ciutadans (Noemí de la Calle) y el Partido Popular (Lorena Roldán) han valorado positivamente la celebración del Parlament de les Dones, pero han recalcado que también tendrían que haber estado presentes los hombres para "involucrarlos" en esta lucha. Por parte de la CUP, la diputada Basha Changue ha lamentado la ausencia de las mujeres "autoorganizadas" y la parlamentaria de los comunes, Susanna Segovia, ha reclamado más "presupuesto" y "autonomía". Desde Junts per Catalunya, Aurora Madaula —muy emocionada durante su intervención— ha apuntado contra las "violencias silenciosas" y ha expresado situaciones que también son violencia machista: "Ridiculizar, asediar, forzar, intimidar y perseguir a las mujeres amparándose en la lógica del más fuerte; que modifiquen tus propuestas sin tener en cuenta tu opinión. El abuso de poder, el acoso parlamentario y mediático también es violencia machista". En el caso de Esquerra, Jenn Díaz ha manifestado que "no es normal que para ser diputada, consellera, ministra o periodista te deseen una violación brutal" y ha apelado a seguir defendiendo un "proyecto transformador" como el feminismo.