El Parlament ha cerrado el periodo ordinario de sesiones sin firmar el acta de los plenos en que se ha contabilizado verbalmente el voto delegado del diputado de Junts Lluís Puig. Según la respuesta de la cámara catalana a una petición de información de la ACN, los servicios del Parlament "todavía no disponen del documento del acta del pleno del 6 y 7 de julio firmado ni por el secretario, ni con el visto bueno del presidente, ni aprobado". Así lo dice la respuesta con fecha del 29 de julio, último día hábil del periodo ordinario de sesiones. Y es que el pleno del 6 y 7 de julio fue el primero en qué el entonces presidenta del Parlament, Laura Borràs, contabilizó verbalmente el voto delegado, pero sin que saliera al panel para no implicar funcionarios.

Todo después de que el Tribunal Constitucional anulara el voto delegado de Lluís Puig, exiliado en Bruselas. Ahora hay que ver como queda reflejado en las actas de los plenos el hecho de que se contabilizara verbalmente su voto delegado, pero, en cambio, no saliera reflejado en el panel del hemiciclo. Una fórmula que acordaron los miembros independentistas de la Mesa para hacer frente a la anulación del TC. Después de que Borràs quedara suspendida el jueves pasado, ella no será la encargada de dar el visto bueno a las actas de los plenos. Si no hay cambios, lo hará la vicepresidenta primera del Parlament, Alba Vergés, que desde el viernes pasado la sustituye "con los mismos derechos y deberes".

¿Qué dice el reglamento del Parlament?

Según el artículo 82 del reglamento del Parlament, se tiene que levantar acta de las sesiones del pleno y de las comisiones, que tienen que incluir el sentido del voto de cada grupo parlamentario. Además, también especifica que las actas tienen que ser firmadas por uno de los secretarios, ser tenidos el visto bueno del presidente y serlas dejados a disposición de los diputados por si hay alguna reclamación. Si no hay ninguna reclamación sobre el contenido, se entiende que el acta queda aprobada. Y en caso contrario, se tiene que someter a la decisión del pleno en la sesión siguiente.

La participación telemática de Lluís Puig

El diputado y exconseller en el exilio Lluís Puig participó telemáticamente el pasado jueves a la comisión de Asuntos Institucionales del Parlament, contraviniendo así un informe de los letrados de la Cámara que no avalaba esta decisión. Fue el mismo exiliado quien pidió hace unas semanas poder participar de forma telemática en esta comisión, pero el presidente de este órgano, el diputado socialista Jordi Terrades, negó la posibilidad y pidió a la Mesa del Parlament que decidiera sobre esta cuestión. La Mesa pidió un informe a los letrados, que no recomendaban esta posibilidad sin una reforma previa del reglamento del Parlament, pero a pesar del aviso, Junts y la CUP dieron apoyo a esta petición y por eso ha sido posible, mientras que ERC se abstuvo y el PSC votó en contra.

Con respecto a las participaciones telemáticas, en época de restricciones por covid, y de acuerdo con lo que estableció la Mesa, se hacían en formato híbrido y podían intervenir diputados telemáticamente. De hecho, este formado permitió que el mismo Lluís Puig pudiera participar a la CAI. Pero las medidas contra la covid ahora ya no están vigentes. Fuera del periodo de restricciones por la pandemia, solo intervienen telemáticamente a las comisiones a los comparecientes pero no diputados, que pueden delegar su voto en un compañero de partido. En cambio, en las reuniones de la Mesa del Parlament sí que ha estado la participación telemática de algunos de los miembros. En este caso, su presencia no puede ser sustituida por nadie porque solamente pueden formar parte de la reunión los miembros de la Mesa.