El Parlament de Catalunya ha dado luz verde a crear una comisión de estudio sobre el fascismo, los discursos de odio y el racismo. A propuesta de PSC, Junts, ERC, Comuns y CUP, ha conseguido el aval de los 105 diputados que conforman estos grupos parlamentarios. Por otro lado, los 30 diputados de PP, Vox y Aliança Catalana han votado en contra, entre acusaciones de "censura" hacia los grupos proponentes. Y es que esta comisión de estudio se ha creado a raíz de la aparición y crecimiento de partidos como Vox o Aliança Catalana para saber cómo delimitar discursos que se llevan a cabo en la cámara catalana y generar unas herramientas. De hecho, nació a raíz de una propuesta del debate de política general de los mismos grupos el año pasado y esperan crear un "pacto nacional".
Durante el debate de la votación, PSC, ERC, Comuns y CUP han hecho un discurso similar, centrándose en "el odio" hacia los inmigrantes, la LGTB-fobia, la xenofobia o el racismo. "Los discursos de odio han pasado de ser marginales a ser una constante en demasiados espacios públicos en los últimos años", ha reflexionado la portavoz socialista, Elena Díaz, que considera que el Parlament tiene una "obligación ética y democrática de actuar". La dirigente socialista no comparte que determinados discursos merezcan altavoz ni impunidad. "La libertad de expresión no se puede confundir con incitar al odio. Tiene límites, como el respeto a la dignidad de las personas y la protección de los derechos humanos", ha pedido Díaz, que advierte que los discursos de odio son "la antesala" de la violencia.
Por su parte, Esquerra Republicana reivindica la comisión para "blindar la democracia", ya que asegura que el "fascismo no acaba de marcharse". "Las extremas derechas defienden un nuevo autoritarismo. Son el statu quo de siempre y comparten financiación oscura, se nutren de la desinformación, convierten a las personas inmigradas, feministas y científicos en chivos expiatorios", ha criticado la exconsellera y diputada Tània Verge, que critica que cuando se deshumaniza al adversario se erosiona la libertad y se prepara el terreno al autoritarismo. "Las instituciones no pueden ser neutrales", reclama. En esta línea, el diputado de los Comuns Andrés García Berrio ha celebrado que se impulse esta comisión y recuerda las persecuciones a inmigrantes en Torre-Pacheco, Piera o Sabadell. Asimismo, el diputado de la CUP, Xavier Pellicer, ha lamentado el crecimiento del "sector de allá arriba a la extrema derecha", haciendo referencia a Vox y Aliança Catalana. "Son iguales, pero diferentes", ha dicho el cupaire, haciendo referencia a que comparten referentes, pero divergen de las naciones. "El proceso de liberación nacional fue uno de los tapones que impidió que esta extrema derecha creciera en nuestro país. Las frustraciones que haya quedado en segundo término son una de las causas del aumento", ha reflexionado el diputado anticapitalista.
Junts centra su discurso en la catalanofobia
Un discurso muy diferente ha hecho el diputado de Junts Francesc de Dalmases, que ha centrado su discurso en la catalanofobia. "Este Parlament lo cerró el fascismo y lo volvieron a cerrar el PP y el PSOE hace unos años", recuerda Dalmases, que también recuerda cómo los catalanes expulsaron a Ciudadanos de la cámara catalana, un partido que define como "de odio". "Yo puedo ir a comprar un helado con mi hija y me pueden insultar por hablar catalán y no pasa nada. Yo llevo a mis hijos a una escuela catalana y los tribunales dicen que no puede ser. Hay demasiados de nuestros abuelos que no pueden morir con nuestra lengua", ha criticado el dirigente juntaire, que también ha recordado cómo el PP trabaja para que el catalán no sea oficial en la Unión Europea, o cómo Josep Borrell aseguró que había que desinfectar a los catalanes. "Hay un odio contra mi nación. Somos los herederos de las asambleas de Pau i Treva, de Mercè Rodoreda o Ramon Llull", ha dicho Dalmases, que también ha recordado el discurso del rey Felipe VI el 3 de octubre y lo ha tildado como "discurso de odio". "Este supremacismo no acostumbra a caer. La sociedad catalana ha dicho basta", ha reivindicado. Ahora bien, la diputada de ERC ha tocado la fibra sensible a Dalmases y ha asegurado que la comisión está centrada en la "LGTB-fobia, transfobia, el racismo, la xenofobia o el fascismo".
PP, Vox y Aliança acusan de censura
Muy diferentes han sido los mensajes de PP, Vox y Aliança Catalana, que han acusado a estos partidos de querer implementar la "censura en el Parlament". "Esta propuesta no va de libertad, sino de todo lo contrario, de imponer un sectarismo y de hacer callar aquello que no les gusta", ha dicho el dirigente del PP, Juan Fernández, que cree que será una comisión que querrá "juzgar el discurso de la minoría". "El fascismo político es pasado y ningún país democrático se declara fascista. Sí que hay países comunistas que someten a sus ciudadanos a un régimen totalitario. ¿Han hablado mucho de la extrema derecha, pero la extrema izquierda no existe?", ha dicho el diputado del PP, que cree que es una "inquisición 2.0".
La diputada de Vox Júlia Calvet piensa que es un "crimen contra la libertad de pensamiento". "Es una forma de ejercer la violencia sin utilizar los tanques. Con la creación de esta comisión harán salas judiciales", ha criticado la diputada ultraespañolista, que ha recordado cómo Charlie Kirk fue asesinado. "Tienen miedo de perder el poder, el debate, a las ideas y el argumento", insiste. En esta línea, la líder de Aliança Catalana, Sílvia Orriols, considera que la comisión es la "creación del relato político para permitir la censura y la deshumanización de la oposición". "Cuando se refieren a discursos de odio, ¿de qué hablan? ¿De cualquier opinión que les incomode? La libertad de expresión no es dejar decir aquello que nos place", ha reflexionado Orriols, que recuerda cómo el fascismo prohibía debates y los censuraba. Además, también ha criticado a Junts per Catalunya, a quien ha considerado como "indistinguible" de la extrema izquierda. "Es por el miedo a perder cargos. Estoy aquí para aprovecharlo", ha reivindicado.