Òmnium Cultural ha presentado este miércoles un acuerdo relevante con las cuatro principales entidades municipalistas del país, que representan todos sus pueblos y ciudades (Associació Catalana de Municipis, Federació Catalana de Municipis, Associació de Micropobles y la Associació de Municipis per la Independència) en el marco de la iniciativa Català per a Tothom, que presentaron justo después de que el Govern hiciera públicos los nefastos datos de uso habitual de la lengua. En un acto en las Cotxeres de Sants de Barcelona, han presentado tres mociones diferentes (una para los municipios de menos de mil habitantes, una que superen esta cifra y otra para los consejos comarcales) en las que se recogen propuestas para garantizar el acceso a la lengua: aunque solo un 32% de la población tiene el catalán como lengua de uso habitual, también hay una cifra significativa de personas que lo quieren aprender o mejorarlo y no pueden por falta de recursos.
Al inicio del acto, Xavier Antich ha subrayado que se trata de un acuerdo importante para el país y que representa el compromiso del mundo municipal "para la universalización del acceso al catalán", en la línea de lo que se avanzó en la presentación del movimiento Català per a Tothom. Antich ha animado a los municipios a adherirse y a seguir algunas de las propuestas, como designar a un responsable local de lengua (ya hay algunos ayuntamientos que lo tienen) o crear una mesa local para la lengua. "Si queremos garantizar que todo el mundo, viva donde viva, tenga acceso a la lengua, necesitamos los municipios en el centro como protagonistas de este movimiento", ha reflexionado el presidente de Òmnium antes de dar paso a los representantes de las entidades: Jaume Oliveras, vicepresidente del ACM, Marc Sanglas, de la FMC, Joan Solà, presidente de la Asociación Catalana de Micropueblos y Salvador Coll, el nuevo presidente de la Asociación Catalana de Municipios.
Diferencias entre micropueblos y municipios más grandes
En la exposición de motivos de las tres mociones, se insiste en el hecho de que la lengua se encuentra "en un cruce decisivo", con un descenso de los hablantes pero con una gran cantidad de personas que quieren acceder a la lengua. "A pesar de las dificultades, la voluntad de aprender el catalán está viva y clara, hay interés por aprender la lengua y voluntad de utilizarla, pero fallan espacios y recursos", reflexionan. La moción propone que los ayuntamientos o los consejos comarcales en cuestión se adhieren al movimiento, que engloba decenas de entidades y también que lleve a cabo una serie de acciones para garantizar que las personas que quieren aprender catalán lo puedan hacer.
En los municipios que superan al millar de habitantes la moción recoge un acuerdo para ampliar la oferta pública de cursos de catalán en el municipio y adaptarla a la demanda local. En cambio, en los municipios que no llegan a esta cifra de habitantes, el acuerdo incluye instar a la Generalitat y al resto de instituciones a "reforzar los recursos destinados a la enseñanza de catalán a los municipios pequeños". En los dos casos, piden cuantificar la cifra de personas que quieren aprender o mejorar su catalán, en colaboración con otras instituciones.
El punto de vista de los municipios
Jaume Oliveras, de la Associació Catalana de Municipis ha asegurado que estos tienen que ser la "punta de lanza para poner el catalán en el centro del debate político y social, mientras que Senglas, de la Federació Catalana de Municipis ha asegurado que la lengua tiene que ser el principal elemento de cohesión del país en un momento en que llega a vivir en Catalunya mucha gente venida de todo el mundo. Joan Solà ha destacado el punto de vista "rural" de las mociones, recordando que los recursos y la situación que tienen estos pueblos no es comparable con la de las ciudades, tampoco en materia lingüística. A su vez, Salvador Coll, nuevo presidente del Associació de Municipis per la Independència ha destacado que este no es un gesto simbólico, sino que va más allá: "Tenemos que pasar a la acción", ha asegurado en materia de defensa de la lengua, recordando los ataques sistémicos que esta sufre.