El caso Volhov es una mina de información extravagante. No tanto por las presuntas relaciones o contactos que se describen, sino por cómo relaciona el juez Joaquín Aguirre cada uno de los encuentros o relaciones con el procés independentista y una presunta corrupción.

En el auto, Oriol Soler emplea grandes esfuerzos para relacionar toda la operación de Rusia y sus 10.000 soldados para hacer la independencia con las relaciones entre Soler y Julian Assange. Un simple tuit de este último, incluso, provoca que el juez establezca una línea directa entre Soler y Tsunami Democràtic.

El tándem Soler y Assange, según el juez, hace cuadrar toda la trama: "Independientemente de si las quejas diplomáticas hubieran sido bastante fundadas sobre la participación de Rusia en las campañas a favor de la causa secesionista en Catalunya, la realidad es que las relaciones de Oriol Soler y Assange así como la participación de ciertos medios de comunicación rusos cobran sentido en atención a los propios planteamientos de la Generalitat de internacionalizar el conflicto obteniendo, el apoyo de terceros países dispuestos a reconocer Catalunya como país en caso de que se llegara a declarar la independencia".

Junto con David Madí y Xavi Vendrell, Oriol Soler es considerado uno de los artífices de Tsunami Democràtic.

 

 

Tsunami y el Barça

La única prueba evidente que el juez tiene para creer que Oriol Soler era uno de los ideólogos de Tsunami Democràtic es una conversación en clave que tiene con Xavier Vendrell en la que hablan de "chutar" y del Barça.

"Tu gente que tenga que ir a chutar que vaya a tal punto, que se identifique con tal nombre y se la tiene que formar y entonces ha dicho (Poeta Foix): De acuerdo, irán 8 personas", recoge el auto, que describe varios nombres en clave. Uno de ellos Poeta Foix, de quien Soler desconoce la identidad pero pregunta si es Jordi Basté: "Oriol Soler le preguntó si Poeta Foix es el padre "padre" de Basté y Vendrell responde que el padre Basté es el jefe de todos ...".

En el auto sale también Jaume Roures. Lo citan como productor para sacar adelante proyectos. Pero no queda vinculado a nada.

Soler, la vía para financiar el procés

Para la Guardia Civil y el juez, Oriol Soler también representa una vía de escape de dinero público de la Generalitat para poder financiar el procés. Según la investigación, los fondos que recibía como subvención para sus empresas editoriales, se invertían en el referéndum del 1-O y después en campañas o movilizaciones como Tsunami.

"Habiéndose consultado las bases de datos de contratos públicos y subvenciones de la Generalitat, se lanza el resultado que en el periodo comprendido entre 2016 y 2020 fueron percibidos por empresas vinculadas a Oriol Soler en torno a 3 millones de euros derivados de contratos públicos y subvenciones, según consulta realizada en el registro público de contratos y en el registro de ayudas y subvenciones de Catalunya (RAISC). Entre las sociedades beneficiarias se encuentran Editorial Alpha SL, Ara Llibres, SCCL, Som SCCL i Batabat, SCCL", dice el auto.

La investigación destaca que se hacían a partir de contratos menores, ahorrando así abrir los concursos a otras empresas del sector: "A través de fuentes abiertas se tiene conocimiento de que Oriol Soler percibe, especialmente para el diario Ara [sic: Oriol Soler se desvinculó del diario en 2012, hace ocho años], importantes fondos públicos. La mayoría de los contratos no superan la cuantía estipulada para realizar un concurso público, cuestión que es corroborada mediante el análisis de los contratos suscrito por las entidades vinculadas tanto a Oriol Soler como su pareja Marina Llansana. Precisamente, Marina Llansana figura en la documentación intervenida a Jaume Cabaní en relación a Òmnium Cultural Rights Europe (OCRE)". Las adjudicaciones de contratos o subvenciones por parte de la Generalitat son públicas y siguen el marco legal correspondiente.

La investigación no demuestra, sólo especula, que el dinero que recibía Soler no se utilizaba para finalidades para las cuales lo pedía, sino para financiar el procés.