El cónsul español en Escocia, Miguel Ángel Vecino, tenía una instrucción muy clara: "Debe impedirse totalmente la presencia catalana". Así se lo trasladó el equipo del Ministerio de Exteriores en noviembre del 2018, que le recordó que su actividad era "primordialmente política". Este veto incluía todo tipo de presencia catalana, también la cultural, como la participación catalana en un festival de cine. Estas instrucciones las recibió siete meses antes de ser cesado argumentando que se había salido de su papel.

Las órdenes de Borrell a su cónsul en Edimburgo constan en la demanda de Vecino contra el Ministerio por su cese, a la que ha tenido acceso ElNacional.cat. El diplomático fue cesado de sus funciones el pasado mes de junio después de afirmar que España no vetaría la entrada de una hipotética Escocia independiente a la Unión Europea. La explicación oficial fue "haberse extralimitado en sus funciones ya que un cónsul no tiene funciones políticas". Curiosamente, según la demanda presentada ante el Tribunal Superior de Madrid, es eso lo que le encargaron. La denuncia contenciosa-administrativa consta de 80 anexos que documentan el contenido.

Antes de incorporarse a su cargo, el 18 de octubre del 2018, Miguel Ángel Vecino comió en el restaurante El Soportal de Madrid con Camilo Villarino, director de gabinete de Josep Borrell. El objetivo era darle instrucciones, y Villarino advirtió que Escocia era "el principal refugio y apoyo de los secesionistas catalanes". En este contexto, según la demanda, "el ministro estaba muy interesado en todo lo que ocurriera en Escocia y que tenía que desempeñar una tarea primordialmente política, con la el fin de intentar acabar con la protección que los secesionistas gozan en Escocia".

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Durante aquel encuentro, Villarino insistió en que su "actividad política" tenía que ser "absolutamente prioritaria". Una frase no dejó lugar a dudas: "Debe impedirse totalmente la presencia catalana en Escocia". Según el relato de la demanda judicial, el futuro cónsul preguntó al jefe de gabinete de Borrell qué quería decir exactamente "toda presencia catalana". Él le respondió sin ambages: "Pues toda, sin excepción, porque no podemos arriesgarnos a que se nos cuelen secesionistas". En la misma comida le ordenó "vigilar" la actividad del PNV, de los que "no nos fiamos ni un pelo", una información que avanzó VozPopuli.

¿Por qué tenía que hacer al cónsul y no el embajador esta labor política? Villarino aseguró que el embajador en Londres, Carlos Bastarreche, era "una persona muy especial", que no aceptaba ordenes de nadie y que además "odiaba todo lo que fuera nacionalista, tanto catalán como escocés". De hecho, en tres años en el Reino Unido, no había salido de Londres. Ni siquiera para hacer una visita de cortesía a la ministra principal de Escocia, "a quien desprecia". Tampoco había ido ni a Gales ni a Irlanda del Norte.

"Frenar e incluso erradicar"

En los días posteriores a la comida con Villarino, el cónsul en Edimburgo también se vio con Jorge Romeu, encargado de la carpeta catalana dentro del gabinete del ministro Borrell. Le reiteró el mismo mensaje que Villarino y le dijo que no dudara a llamarle las veces que hiciera falta, porque frenar "e incluso erradicar" la presencia independentista en Escocia era "una absoluta prioridad en su gestión en Edimburgo".

El encargado de Catalunya justificó el aumento de la actividad política en la pasividad interior. "Durante la época del Partido Popular no se ha hecho nada. Yo estaba en La Moncloa y a Rajoy no le importaba nada de lo que se pensara de España en el exterior y se limitaba a decir 'que digan lo que quieran, ya se cansarán'", aseguró Jorge Romeu. Y añadió: "Pero no podemos seguir así y el ministro (Borrell) considera que combatir el nacionalismo es una prioridad de su política exterior y Escocia es una pieza clave en su estrategia".

Catalunya, ni en festivales de cine

Ya en el cargo en Edimburgo, en diciembre del 2018, el cónsul Vecino intentó contactar sin éxito con el encargado de Catalunya en el Ministerio. El asunto era "un festival de cine en el que participaba Catalunya". Teniendo en cuenta las instrucciones que había recibido antes de incorporarse, quería confirmar que cuando le dijeron impidan "toda" presencia catalana en Escocia, no había ninguna excepción. Jorge Romeu le confirmó que no había "ninguna excepción" porque "era imprevisible saber por dónde podía atacar el secesionismo". Había que estar "prevenido en todos los aspectos".

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Como adelantó VozPopuli, y consta en la demanda judicial, el Ministerio también consiguió desactivar una visita del Parlament de Catalunya a Escocia un mes antes de las elecciones generales del 28-A. El departamento de Borrell supo gracias a una "información reservada" que Josep Costa, vicepresidente de la cámara catalana, preparaba el viaje durante el juicio del procés. Las autoridades españoles presionaron a las escocesas, argumentando una "intromisión" en los comicios, y la cita fue finalmente aplazada.