El malestar ha sido generalizado en la oposición por la prórroga de seis meses del estado de alarma solicitada por Pedro Sánchez. La mayoría de grupos denuncian la falta de control parlamentario al Gobierno, que como mucho se ha ofrecido a revisar el estado de alarma el 9 de marzo, al cabo de cuatro meses y medio. Frente a esto, según explican fuentes parlamentarias, se han intensificado los contactos entre las formaciones para mencionar el texto presentado por La Moncloa, que se debatirá y votará este jueves.

Según estas fuentes, han sido el PP y Ciudadanos quienes se han puesto en contacto con el resto de grupos parlamentarios, como ERC, Junts per Catalunya, EH Bildu, Más País, el BNG o Compromís. Todos ellos han expresado su desconcierto para los seis meses de alarma. Cada grupo presentará sus respectivas enmiendas, pero tratarán de unificar la que tiene que ver con los plazos. El plazo para la presentación de enmiendas acaba a las dos del mediodía de hoy.

De momento, el grupo de Más País y Compromis ya ha registrado sus enmiendas a la prórroga. En esta se establece que "el presidente del Gobierno tendrá que rendir cuentas ante el pleno del Congreso al menos una vez al mes, en un debate sin votación de igual formato y duración que el de la petición de prórroga del estado de alarma".

Sánchez sólo ofrece cuatro meses

Se mueve, pero muy poco. Pedro Sánchez ofrece sólo revisar el estado de alarma en cuatro meses. Esta la oferta que ha hecho a Pablo Casado y al conjunto de la oposición. "Aquí está la propuesta. Espero que la acepten", ha asegurado el presidente español. Según la oferta de La Moncloa, si el 9 de marzo el Consejo Interterritorial de Salud decidiera que se debe levantar la excepcionalidad porque han mejorado las condiciones,  se acabaría el estado de alarma. En cambio, si no lo decidieran así las Comunidades Autónomas, se mantendrían los seis meses, hasta el 9 de mayo.

La propuesta queda muy lejos de las expectativas de la oposición, donde el desconcierto se ha generalizado por el periodo de seis meses, por la falta de control parlamentario sobre el gobierno. Se han quejado el PP y Ciudadanos, pero también formaciones independentistas como ERC, Junts per Catalunya o el BNG. Pablo Casado ha ofrecido acortarlo a ocho semanas. Gabriel Rufián ha reclamado votaciones periódicas en el Congreso para revalidar la confianza de la cámara baja.