Enviar "tanques por la Diagonal" y "tomar TV3" fueron algunas de las propuestas que se pusieron sobre la mesa en una de las primeras reuniones de la llamada Operación Catalunya, que finalmente optó por la fabricación de pruebas contra los líderes nacionalistas catalanes con la intención de socavar la base independentista.

Así lo revela la revista Interviú, que en el ejemplar de esta semana dedica a la cuestión un amplio reportaje en el que se indica que la policía tomó la iniciativa de investigar a los políticos independentistas ante la "pasividad" del CNI, y a partir del 20 de septiembre del 2012 -después del 'no' de Mariano Rajoy a Artur Mas a pactar un sistema de pacto fiscal que abrió el camino al independentismo de Convergència-, orquestó varias actuaciones destinadas a encontrar los trapos sucios de los líderes independentistas.

En una reunión de comisarios de policía, entre los cuales habría José Villarejo y Marcelino Martín Blas, se decidió la creación de la 'policía patriótica', donde diferentes altos cargos del CNP impulsaron investigaciones sobre varios líderes nacionalistas catalanes para intentar socavar la base del independentismo. La reunión se convirtió en una "especie de tormenta de ideas" donde se pusieron sobre la mesa todo tipo de ideas, entre las cuales se incluyeron los "tanques por la Diagonal y tomar TV3".

Finalmente sin embargo, se descartaron este tipo de medidas para apostar por la investigación o directamente fabricación de pruebas, a partir de las cuales afloraron cuestiones como la del dinero oculto de los Pujol, pero también las informaciones, que se demostraron como falsas, de las supuestas cuentas corrientes de Mas en Suiza y Liechstenstein.

La hija secreta de Artur Mas

Además, se asegura que la policía patriótica llegó a investigar una supuesta hija secreta de Artur Mas, que el president de la Generalitat habría tenido en una relación extraconyugal con una mujer extremeña, sin poder llegar a demostrar nada.

De esta hija secreta, que ya había aparecido en las conversaciones registradas entre Jorge Fernández Díaz y Daniel de Alfonso, se llegó a investigar una confidencia "poco fiable" que apuntaba a una chica que ya habría llegado a universitaria, que "estaba haciendo la carrera en Madrid" y que, además recibía un pago mensual por parte de la Generalitat. Según fuentes policiales citadas por la mencionada revista, se habría llegado a hacer un seguimiento de la chica "con la idea de cogerle un vaso para sacar el ADN" y así confirmar la supuesta paternidad.

Con todo, otras fuentes policiales aseguran que aunque se puso sobre la mesa el caso de la supuesta hija, no se llegó a realizar ningún seguimiento porque toda la cuestión era simplemente "absurda".