Òmnium Cultural atribuye la negativa del Tribunal Supremo a dejar en libertad al presidente de la entidad, Jordi Cuixart, al descrédito acumulado de la justicia española en Europa después de los diferentes reversos de los tribunales belgas y alemanes.

La defensa del presidente de Òmnium recuerda que, que en el supuesto de que intentara huir del país, -uno de los argumentos que el magistrado Manuel Marchena utiliza en el auto para no revocar la prisión preventiva-, tiene a su disposición euroórdenes y otros instrumentos de cooperación entre los estados miembros para reclamar la extradición.

Según Cuixart, con este auto "el Estado español vuelve a quedar retratado": "ya desconfían incluso de sus socios europeos porque saben que las acusaciones que nos imputan no se aguantan por ningún sitio".

Por otra parte, Òmnium considera un "agravio" y una "irresponsabilidad" basar las decisiones judiciales que afectan al presidente de Òmnium en terceros. "Es principio fundamental del derecho juzgar a una persona por aquello que ha cometido", dice Cuixart, "y ahora mismo el Supremo dice que no nos deja en libertad por las acciones que hacen o dejan de hacer terceras personas".

Y es que, según el auto firmado por Marchena, la existencia de "estructuras de poder" y líderes políticos en el exilio servirían para dar cobertura ante una eventual huida de los presos políticos.