Olga Tubau ha recibido la filtración de la sentencia del major de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, por sorpresa, mientras esperaba mañana poder leer la resolución. Los procuradores estaban citados a las 9.30 horas, pero fuentes judiciales han filtrado a algunos medios de Madrid la resolución y la espera ha pasado a ser noticia de última hora y sorpresa.

La absolución, por muy evidente que pudiera ser, en el contexto político actual y con los antecedentes de las sentencias relacionadas con el procés que han ido saliendo siempre condenatorias, era una opción dudosa.

"Estamos felices y emocionados", ha dicho Tubau en ElNacional.cat momentos después de conocer la sentencia filtrada por diferentes medios. Les llega la noticia por la prensa y sin poder leer ni confirmar con fuentes oficiales la sentencia.

Ninguno de los acusados tiene notificación oficial y han ido conociendo con cuentagotas detalles de la resolución judicial que finalmente los absuelve a todos. Entre los detalles que se han conocido está el que la magistrada presidenta se ha quedado sola pidiendo la condena y ha tenido que hacer un voto particular.

A lo largo del juicio, el relato de la Fiscalía por rebelión se fue desvaneciendo hasta llegar al punto de poner sobre la mesa el delito de desobediencia. Una salida al enredo judicial en el cual, primero la magistrada Carmen Lamela y después Pablo Llarena, quisieron implicar a los Mossos d'Esquadra en el litigio judicial por el referéndum del 1-O.

El caso caía a medida que avanzaba el juicio. Ni siquiera los testigos de la Fiscalía, la Guardia Civil, hablaban ya de las "caras de odio y rabia" que describieron en el Supremo, ni la descripción del "tumulto", ni el pretexto que la multitud "iba armada con paraguas" el 1-O.

El informe final de Tubau acabó de matar el caso. Un informe que puso el punto final a meses de trabajo magistral y que acabó emocionada.

Sensación agridulce

Ninguno de los acusados tiene la notificación oficial. Todos lo saben por la prensa y lo reciben con una sensación agridulce. Pere Soler, exdirector de la Policia, ve como quedará libre de toda culpa, si se confirman las informaciones, mientras que el conseller de quien recibía órdenes, Joaquim Forn, cumple una de las penas más altas por sedición.