España vuelve a resbalar. Este miércoles se ha celebrado una nueva reunión del Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea en que, una vez más, se ha hecho referencia a la posibilidad de incorporar el catalán, el vasco y el gallego como lenguas oficiales en la institución europea. Pero el punto del orden del día en que se ha debatido esta cuestión ha durado escasos dos minutos. El Gobierno ha sido el responsable de este patinazo, ya que solo compartió la nueva propuesta sobre la oficialización de las tres lenguas con el resto de estados europeos este lunes por la noche, un día y medio antes de la reunión del miércoles, cosa que ha generado malestar entre los otros países comunitarios.

Fuentes diplomáticas europeas presentes en el encuentro —que durante este punto no ha sido público a los medios de comunicación— han explicado que solo ha intervenido el secretario de estado español para la UE, Pascual Navarro, quien también presidía la sesión. A falta del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, que no ha viajado hasta Bruselas para la ocasión, Navarro ha explicado al resto de socios la nueva propuesta española sin recibir ninguna reacción. Ningún otro representante ha intervenido en este punto sobre la situación de la petición de oficialidad de las tres lenguas. "No ha habido comentarios", subrayan fuentes presentes en la sala en la ACN. Este miércoles no se preveía ninguna votación sobre la cuestión, pero el patinazo de España ha hecho imposible también cualquier avance mínimo.

En la reunión de este miércoles se preveía que se hiciera un 'estado de la cuestión' sobre la oficialidad del catalán, el vasco y el gallego. Pero eso no ha sido posible porque el Gobierno solo hizo llegar su nueva propuesta a los socios comunitarios este lunes por la noche, y en castellano, dificultando así las posibilidades de analizar detenidamente el movimiento a tiempo para el encuentro de hoy. Así lo había manifestado públicamente esta mañana el ministro de Asuntos Exteriores de Finlandia, Anders Adlercreutz, en un contacto con los medios de comunicación antes del Consejo de Asuntos Generales. "Recibimos la propuesta española sobre esta cuestión el lunes por la noche y en castellano. No hemos tenido tiempo de mirárnosla", ha lamentado el ministro finlandés.

La propuesta española: seis condicionantes

En todo caso, la propuesta presentada por la parte española, hecha a medida del catalán, el vasco y el gallego, busca asegurarse el apoyo de aquellos estados miembros que pueden tener reticencias para que la oficialización de las tres lenguas inicie un efecto dominó que acabe con la inclusión de otras lenguas minoritarias en la Unión Europea. La iniciativa añadiría un anexo al Reglamento 1 del Consejo de la Unión Europea, por el cual se fija el régimen lingüístico de la Comunidad Económica Europea, y establecería seis condiciones esenciales para que cualquier lengua se pudiera incluir a posteriori: ser originarias de un estado miembro, contar con reconocimiento constitucional en un estado miembro, ser lenguas de trabajo en el parlamento nacional, haberse utilizado durante al menos diez años en las instituciones de la UE sobre la base de acuerdos administrativos, que los tratados se hayan traducido a estas lenguas con copia certificada al Consejo, y que sea un estado quien pida la oficialidad y asuma el coste.