Renfe está revisando ahora los contratos de trenes para el País Vasco, Galicia, y Castilla y León para confirmar que pasan por los túneles de estas comunidades, según informa El Confidencial Digital. El motivo de la revisión es que el encargo de estos vehículos a Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) se realizó al mismo tiempo que los de los trenes de Asturias y Cantabria, que resultaron un fiasco y no se pudieron fabricar porque eran demasiado anchos. Todos estos convoyes son del denominado de Ancho Métrico, la antigua FEVE, y se trata de unidades que deberían entrar en funcionamiento en 2024 en la cornisa cantábrica.
Según el diario, el ministerio de Transportes, dirigido por Raquel Sánchez, ha ordenado a la dirección de Renfe revisar con urgencia los contratos para confirmar que los vehículos en el futuro podrán circular sin problemas por los túneles de Euskadi, Galicia, y Castilla y León, para evitar otro escándalo político. En total se trata de 280 nuevos trenes de cercanías, que tendrán una capacidad de 900 plazas cada uno, lo que significa un 20% más que los vehículos actuales Civia de Renfe.
Añade que Renfe ha dado instrucciones para diseñar la sección de los nuevos vehículos a partir de las medidas de los modelos que actualmente ya circulan por estas vías. Busca con eso que no exista posibilidad de error, y que se reduzca la demora que ya hay en la fabricación de los nuevos convoyes de Asturias y Cantabria. Los primeros trenes para estas dos autonomías no llegarán hasta el 2026, con 2 años de retraso a causa del fiasco. Según El Confidencial Digital, este retraso provocará un incremento de los costes del 30%.
A raíz de la polémica de los trenes mal proyectados, el lunes pasado dimitieron el presidente de Renfe, Isaías Táboas, y la secretaria de Estado del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y anterior presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera. De esta manera, Táboas puso punto final a cinco años de mandato al frente de Renfe. Años antes de empezar a dirigir la empresa, fue director del gabinete de Indústria, Turismo y Comercio, cuando José Montilla era ministro. Cuando el socialista fue president de la Generalitat con el tripartito, Táboas pasó a ser el secretario de la Presidència. Más tarde, el año 2010, pasó a ser secretario de estado de Transportes del Ministerio de Fomento.
El gobierno de Pedro Sánchez reconoció en enero que una treintena de nuevos trenes destinados a la red de Cercanías de Cantabria y Asturias no pasaban por los túneles, porque nadie calculó que eran demasiado grandes. El mismo Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana admitió cuál era el "problema": haber escogido unos trenes demasiado grandes para unos túneles que fueron construidos en el siglo XIX. El Gobierno aseguró entonces que Renfe ya trabajaba con el fabricante de los convoyes para disponer "cuanto antes mejor" de nuevos trenes. Ahora bien, desde el primer momento ya se supo que esta negligencia provocaría un retraso de unos 3 años.
El PSOE impide en el Senado valorar el sobrecoste
Mientras tanto, la mayoría que conforma el PSOE en el Senado con algunos partidos regionalistas ha rechazado este miércoles una iniciativa del PP que, entre otras cosas, pedía determinar el incremento del coste del contrato de la construcción de los trenes que no entran por los túneles en Asturias y Cantabria. Esta moción, que ha sido sometida a votación en el pleno del Senado, ha tenido el apoyo del PP, Vox y UPN, y las abstenciones de ERC, Junts, PNB, Bildu y otras formaciones del Grupo de Izquierda Confederal, ante el rechazo de los socialistas, el Partido Aragonés Regionalista y el Partido Regionalista de Cantabria.
En la fotografía principal, la ministra de Transportes, Raquel Sánchez EFE