La tregua ha durado tres meses. Después de que la Fiscalía decidiera archivar todas las investigaciones que había sobre los presuntos tejemanejes del rey emérito Juan Carlos I, ahora es la Agencia Tributaria la que sigue el rastro del exmonarca. Concretamente, Hacienda requiere ahora a Juan Carlos I que explique y detalle quién asumió los gastos de las cacerías en las cuales participó después de haber abdicado como jefe de Estado en junio de 2014, según revela el diario El Mundo. El citado medio detalla que el Departamento de Inspección Financiera y Tributaria ha enviado varias solicitudes de información a lo largo de este año con el objetivo de que justifique cómo se pagaron los billetes de avión y otros gastos asociadas a las cacerías a las cuales fue invitado entre los años 2014 y 2018. Uno de los elementos que arguyó la Fiscalía cuando archivó las investigaciones relativas a posibles irregularidades fiscales cometidas por el emérito es que estas se enmarcaban durante su reinado y, por lo tanto, que lo protegía el carácter de inviolabilidad constitucional que confiere el hecho de ser el rey de España.

Ahora, en cambio, lo que investiga Hacienda se remonta a hechos que ya no quedan blindados por esta inviolabilidad puesto que ya no era monarca. De hecho, lo que se está inspeccionando es si Juan Carlos I habría podido obtener un incremento patrimonial no justificado ante la Agencia Tributaria después de dejar de ser rey. Más allá de las cacerías, El Mundo explica que Inspección Financiera y Tributaria también quiere explicaciones del rey emérito vinculadas con regalos y obsequios que ha recibido en este tiempo de parte de empresarios amigos suyos. El medio informa que los asesores jurídicos y defensa de Juan Carlos I han ido "respondiendo periódicamente a todos los requerimientos cursados por la Inspección de Hacienda" y que estos importes sobre los cuales se sigue el rastro no superan los 120.000 euros al año. Cuando se sobrepasa este umbral, puede haber un delito contra la Hacienda Pública.

Juan Carlos I no vuelve este fin de semana

Esta información coincide en el mismo día que ha trascendido que, finalmente, el emérito no volverá a España este fin de semana, tal como estaba previsto. Del 10 al 18 de junio, se disputa en Sanxenxo el mundial de vela, un campeonato de regatas al cual Juan Carlos I quería asistir. Ahora bien, todo indica que la conversación que mantuvo con su hijo Felipe VI en la Zarzuela el pasado 23 de mayo fue bastante tensa. En este sentido, lo que el actual rey le transmitió a su padre es que sus visitas no pueden generar el alboroto que causó porque puede provocar comentarios negativos que afecten a la imagen de la corona. Así pues, Felipe VI recetó prudencia y pidió más discreción para próximas visitas.

Con el estallido de esta publicación, el diario El Mundo atribuye al entorno próximo de Juan Carlos unas declaraciones en las que se señala al Gobierno por esta investigación: creen que se está utilizando esta investigación para mantener un "nuevo frente" que condicione los planes de futuro del exmonarca y consideran que los argumentos de esta son "controvertidos". De hecho, durante las diligencias practicadas por la Fiscalía mientras las investigaciones estuvieron abiertas, Juan Carlos no vino a España. Así pues, con este escenario, el entorno del emérito ve más complicado que pueda visitar el Estado de manera "periódica", como él esperaba.