Más noticias con nula o poca presencia en portada. Este viernes, toda la red de Rodalies quedó parada más de tres horas por un aparente fallo informático, aunque la operadora pública Adif no sabe bien qué pasó. Es grande. Los diarios lo dan pequeño —excepto El Punto Avui- y esperamos que este desdén informativo por un servicio público tan esencial no tenga ninguna relación con la enorme cantidad de dinero que Adif y Renfe gastan en campañas publicitarias. Sea por|para lo que sea, alguna cosa falla cuando un discurso vacío y protocolario como el de Carlos III de Gran Bretaña ocupa más espacio que esta plaga denominada Rodalies Renfe que hace tantos años que perjuduca a los ciudadanos de Catalunya.

Tiene mucha gracia el título principal de El País: "Carlos III promete un reinado continuista". La Vanguardia, igual: "Carlos III promete servir con lealtad, servicio y amor". Esta frase la toman también La Razón y Ara. Otros diarios titulan con alguna frase seca y plana ("Estimada mama, gracias," "Quiero renovar la promesa de servir toda la vida", etc.). Qué bonito. ¿Pero qué noticias son estas para abrir la portada? ¿Qué pensaban? ¿Que pondría una guillotina en Oxford Circus? ¿Que se marcharía al frente Este de Ucrania con una división, gaita y todo? ¿Que se declararía contra el Brexit?

Otra noticia notable es que la Unión Europea impondrá un tope al precio del gas y a los beneficios de las eléctricas, otro sector que invierte mucho dinero en publicidad a los medios. La noticia, que tiene peso, sobre todo para tu bolsillo, va pequeña a los diarios que la dan, que no todos la dan.

Encima, mientras estamos animados con la pompa y circunstancia del relevo en la corona británica —un automatismo sin sorpresas envuelto en discursos previsibles—, el ejército de Ucrania avanza en tres frentes y esta semana ya ha liberado más territorio que el ganado por el ejército ruso de Putin los últimos cuatro meses, según fuentes del lado ucraniana. Es difícil saber exactamente como va la cosa, porque los combates no se detienen y la situación de los frentes es fluida, además de que los gobiernos ucraniano y ruso no dan información ni dejan trabajar a los periodistas en zonas de batalla.

Todo el mundo que sabe afirma, sin embargo, que las tropas de Ucrania van barriendo el ejército ruso, cogido por sorpresa, especialmente en los alrededores de Khàrkiv, en el norte, y en el frente del Este, donde parecen, a punto de rodear Izium, base logística clave para las fuerzas rusas en el este de Ucrania, y de tomar Kupiansk, un nudo ferroviario decisivo. En el sur, el ministerio de Defensa de Ucrania se vanagloria de los avances de sus tropas hacia Kherson, principal ciudad ocupada por los rusos. Líneas de suministro y de retirada han sido destruides o cortes para|por el ejército de Ucrania, según The New York Times, que ha recogido esta información de relatos de testigos, de las autoridades locales ucranianas, representantes rusos, vídeos geolocalizados en redes sociales e imágenes por satélite. Es que claro, trabajando lo hace cualquiera, eso de informar sobre la guerra de Putin.

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