El director d'El Periódico, Enric Hernàndez, se ha mostrado confuso en las diferentes radios donde ha sido entrevistado esta mañana a raíz de la nota publicada por el diario que dirige, que apunta que los servicios de inteligencia de los Estados Unidos habrían contactado directamente con los Mossos d'Esquadra para advertirlos de que tenían indicios de que Daesh tenía previsto atentar en Barcelona durante este verano, concretamente en la Rambla.

Primero ha pasado por El Matí de Catalunya Ràdio, donde ha asegurado que la nota les llegó "cifrada y en formato digital" y que han sido ellos los que han publicado este texto. También ha confesado que "se señalaron los Mossos porque desconocíamos que otros cuerpos lo supieran" hasta el 17-A. Ahora bien, Hernàndez ha aprovechado para acusar a los Mossos de "no haber querido contrastar la información".

Hernàndez ha aprovechado para aclarar en esta radio que "la información original la había obtenido la CIA", pero ha asegurado que quien envía el aviso es el centro NCTC. Sin embargo, no queda claro de qué manera envían el aviso.

Mientras tanto, en El Món a RAC1 ha puesto encima de la mesa que esta información no ha sido sustraída, sino que "ha sido entregada", pero ha apuntado que "no respetamos la tipografía original, sino la textualidad".

La cuestión de las comillas la ha justificado poniendo de relieve que "en el envío de correos cifrados y en su reproducción, las comillas pueden cambiar. Y, de hecho, nosotros no respetamos la tipografía original que nos llega porque la tipografía original que nos llega no es un papel, sino que está por vía digital y, por lo tanto, tampoco corresponde al original".

En Herrera en la Cope —donde lo han felicitado varias veces— ha admitido que en junio, cuando recibieron la información, no la tenían por escrito y ha señalado que "las palabras [del escrito] son textuales" de una conversación que habría mantenido con alguien del National Counterterrorism Center (NCTC).

El fotoperiodista Jordi Borràs ha querido hacer saber en Twitter que "hace años que utilizo protocolos de encriptación para comunicarme. Argumentar que la encriptación puede alterar ortografía/gramática es rotundamente FALSO".