Neus Munté, la exconsellera de la Presidència y exportavoz del Govern, aseguró ante el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena que el referéndum del 1-O "no era evidentemente un referéndum", lo dijo el 31 de enero en calidad de testigo en una declaración a la que ha tenido acceso La Vanguardia.

La extitular de Presidència indica al juez que ella el 20 de septiembre estuvo delante de la conselleria de Economía y que todo lo que vio "era normalidad" y llamamientos a la calma y al civismo por parte de los representantes políticos y los líderes de las entidades. Sin embargo, subraya que no le gustó que se destrozara un coche de la Guardia Civil.

"Mi único referente era el 9-N, la consulta del 9 de noviembre, que se saldó con una desobediencia y por lo tanto con penas de inhabilitación y de multa". Con esta contundencia se expresa Munté al mismo tiempo que deja claro que "yo no quería este escenario para mí".

En la misma línea matiza que cuando ella era portavoz ya se había posicionado sobre este tema y ya había advertido que "los Mossos, como siempre, obedecerían las órdenes que les diera un juez". Finalmente, la exconsellera relata que mientras ella formaba parte del Govern no se contemplaba "en absoluto la vía unilateral". "Como portavoz me tenía que posicionar, pero el compromiso era de carácter simbólico. El propio presidente asumió que hasta el último momento había disponibilidad para un acuerdo".