Las mujeres son uno de los activos con más valor del PSOE y el partido lo sabe. Por este motivo, el protagonismo del sector femenino, tanto el de las integrantes como el de las votantes, es el más alto en comparación con el resto de formaciones políticas españolas. Susana Díaz, en Andalucía, y Meritxell Batet, en Catalunya, son dos ejemplos de mujeres que encabezan las listas en las zonas más decisivas para el partido.

La presencia de mujeres al frente de las candidaturas socialistas se ha duplicado desde las elecciones del 2008 hasta la actualidad, pasando de 13 a 27. Con esta última cifra, se sobrepasa la barrera del 50% de cuota femenina como cabezas de lista de un total de 52 candidaturas.

Además, el partido utiliza el formato de “listas cremallera”. Este tipo de candidatura alterna hombres y mujeres, uno de cada, a la hora de escoger a sus integrantes. Es una manera de asegurarse que los dos sexos tengan una representación paritaria y que el número de candidatos elegidos sea el más próximo posible al 50%.

El PSOE es el único partido español que utiliza mecanismos para igualar la brecha de género. Si lo comparamos con el resto de candidaturas, los socialistas lideran el ránquing de la paridad con un 51,9% de mujeres a sus listas. Unidos Podemos y el PP están prácticamente empatados con un 38,4% los primeros y un 36,5% los segundos. En última posición se encuentra Ciudadanos con un 28,8%.

Las líderes

Algunos nombres destacan entre las líderes socialistas, ya sea a nivel español, catalán o municipal. Cada una de ellas tiene un perfil propio y, en más de un caso, con matices que las distancian de las directrices del PSOE más central.

Meritxell Batet, la fiel. La candidata catalana llegó a Madrid de la mano de Narcís Serra y ha salido de la de Pedro Sánchez. Después de situarse como número dos por Madrid en la candidatura del 20-D, Batet se ha desplazado a Catalunya -muchos aseguran que enviada directamente por Sánchez- para ocupar el hueco que dejó Carme Chacón con su renuncia el pasado abril.

Núria Parlón, la promesa. La alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet es uno de los valor al alza dentro del PSC. Llegó a la alcaldía por sorpresa en 2009 y revalidó la posición en las elecciones de 2011. Tiene un índice de conocimiento destacable, Sánchez la ha propuesto como “ministrable” de Políticas Sociales en caso de que llegara al gobierno y su municipio es uno de los ejes de campaña del PSC. Además, no se puede descartar que Parlón llegue al frente del partido a Catalunya.

Susana Díaz, el amenaza. La baronesa andaluza tiene un objetivo claro: conseguir el liderazgo del PSOE, expulsando así a Pedro Sánchez de la primera línea socialista. El aplazamiento del congreso que tenía que designar a un nuevo secretario general sine die ha dejado al aire esta batalla hasta después de las elecciones. De bien seguro que los resultados del partido el 26-J tendrán mucho a decir.

Margarita Robles, la suplente. Robles ha ocupado la vacante que dejó libre Batet como número dos de Sánchez. Fue el fichaje estrella del candidato para este 26-J. La magistrada, independiente pero muy ligada al PSOE, fue una de las fundadoras de Jueces para la Democracia y subsecretaria del Ministerio de Justicia y secretaria de Estado de Interior en la última legislatura de Felipe González.

La americana roja

Los complementos rojos son una de las señales inconfundibles entre la vestimenta de los socialistas en actos públicos. Americanas, pantalones, camisas... Cualquier prenda de vestir es buena si lleva el color corporativo e histórico del partido. Para algunas candidatas, como Meritxell Batet, el rojo parece indispensable a la hora de decidir el look del día.

Esta apropiación de la figura de la mujer como un icono para representar y vincular al partido ciertos valores (feminismo, igualdad, etc.) también ha sido criticada en diferentes ocasiones. Uno de los casos más sonados fue cuando Zapatero presentó su gobierno en 2004 donde, por primera y última vez en la historia, había más mujeres que hombres. Cuando las ministras se hicieron una polémica foto en las puertas de la Moncloa posando para Vogue, muchos acusaron al partido de reservar al sexo femenino un papel de mujer-florero.

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Voto femenino desanimado

Aparte de formar parte de las listas, las mujeres también son una gran franja del electorado socialista. Concretamente, para estas próximas elecciones representarán un 56% de los votantes socialistas, según los últimos datos de Metroscopia. Este dato convierte el partido en lo que más voto femenino atrae.

Sin embargo, el PSOE se enfrenta a un electorado “desanimado” como aceptó su líder, a Pedro Sánchez, durante la precampaña. El objetivo principal del partido es movilizar a los votantes tradicionales para evitar el ‘sorpasso’ de Unidos Podemos, votado mayoritariamente por hombres (57%). Así pues, la participación del electorado femenino puede ser decisiva en el resultado del 26-J y la configuración del mapa de partidos que salga de estos comicios.