Landelino Lavilla, ministro de Justicia con Adolfo Suárez y expresidente de las Cortes, ha muerto este lunes a los 85 años. Lavilla es una de las figuras claves de la Transición.

Landelino Lavilla Alsina, nacido en Lleida en agosto de 1934, se encontraba gravemente enfermo, aunque activo en su puesto de consejero permanente de la sección primera del Consejo de Estado.

Ministro de Justicia con el presidente Adolfo Suárez, se convirtió en una de las personalidades que materializaron la reforma política que desembocó en las primeras elecciones legislativas democráticas del 15 de junio de 1977. En ese tiempo al frente del Ministerio de Justicia promovió una intensa labor de reforma legislativa, tanto en derecho público como privado.

Presidente del Congreso

Miembro de la UCD, también fue presidente del Congreso en la I legislatura, momento en el que se produjo el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.

Tras la marcha de Suárez, fue elegido presidente de UCD en 1982, encabezando la lista electoral de la coalición centrista en las elecciones generales de octubre de año que ganó el PSOE por una amplísima mayoría absoluta. Tras el fracaso electoral y la disolución de UCD, Lavilla renunció a su acta de diputado y pasó a formar parte del Consejo de Estado.

Candidato al TC

Izquierda Unida le propuso como candidato al Tribunal Constitucional en junio de 1992, pero Lavilla estableció como requisito imprescindible el consenso de todos los grupos parlamentarios y, al no producirse éste, renunció a su candidatura.

También en octubre de 1994 el gobierno socialista y el resto de las fuerzas políticas de la oposición alcanzaron un acuerdo para designarle como Defensor del Pueblo. Sin embargo, el expresidente del Congreso declinó la propuesta al estimar que había terminado su ciclo 'dedicado a la vida política'.

Premios

Por su trayectoria profesional fue galardonado con las Grandes Cruces del Mérito Civil, de la Real Orden de Carlos III y de San Raimundo de Peñafort. Entre otros premios fue distinguido, junto al resto de presidentes del Congreso, con el de la Defensa de los Valores Constitucionales, otorgado por la Fundación Humanismo en 1998, el IX Premio Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio en 2003 y el premio a la independencia judicial otorgado por la Asociación de Jueces y Magistrados Francisco de Vitoria (AJFV) el año 2009.