Efectivos de los Mossos han desalojado por tercer día consecutivo el corte de la Meridiana de Barcelona, que se ha producido de la forma habitual como cada noche a las 20 horas. Cuando ha llegado la hora decenas de personas se han sentado en medio de la calle y han cortado el tráfico y al cabo de un rato la policía los ha ido desalojando uno a uno retirándolos en volandas. No se han producido enfrentamientos violentos, pero sí han aparecido muestras de malestar. Hace cinco días que la conselleria d'Interior prohibió cortar la Meridiana, pero el colectivo Meridiana Resisteix y la Assemblea Nacional Catalana (ANC) han seguido desobedeciendo las órdenes gubernamentales. El conseller Joan Ignasi Elena ordenó cambiar la concentración independentista a la entrada de la ciudad ubicándola en una plaza peatonal próxima. Los dos primeros días pudieron superar el dispositivo policial de los Mossos d'Esquadra y consiguieron cortar la Meridiana durante más de una hora y media. El lunes, en cambio, los agentes antidisturbios de la policía catalana se reforzaron y neutralizaron el corte que había provocado a un grupo de unas 40 personas. Ayer martes, que era el cuarto día que Meridiana Resiste había convocado a pesar de la prohibición de Interior, a pesar de la presencia de furgonetas antidisturbios cerca de un centenar de manifestantes volvieron a cortar una de las arterias principales de Barcelona. A la concentración de hoy han asistido unas 50 personas.

El sábado fue el primer día que entraba en vigor la resolución de la Direcció General d'Administració de Seguretat que, por razones de orden público, obligaba a las personas que cada día se concentran en la Meridiana a hacerlo en la plaza de un del lateral de la avenida. Esta dirección general de Interior, que es la que recibe las comunicaciones de las manifestaciones, no tiene que autorizar, pero sí puede prohibir o trasladar el lugar de la protesta, como en el caso de Meridiana, una decisión que ha sido muy polémica.

Sábado, la Unitat Regional de Dispositius (URDIS) de los Mossos d'Esquadra, de manera conjunta con la jefa de la comisaría de Sant Andreu, organizaron un dispositivo con las órdenes que habían recibido por parte de la autoridad gubernativa: impedir la concentración. Pero cuando la policía, a pesar de tener sobre el terreno más de 100 policías, vio que los manifestantes se decidieron a cortar la Meridiana, no pudieron evitarlo. Se dieron golpes de defensa para apartar los concentrados hasta que los mismos mandos que había en la calle pidieron retirarse y quedaron en un arcén.