En política es tan importante el fondo como las formas. Este martes se ha vuelto a demostrar en la ronda de consultas abierta por el presidente español Pedro Sánchez. El trato preferente que tuvo el líder del PP, Pablo Casado, ha desaparecido con el dirigente de Ciudadanos, Albert Rivera, que se reúne esta mañana en la Moncloa. Por la tarde está previsto que ciere los encuentros con el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.

Después de la reunión cordial y "afable" que mantuvieron este lunes Pedro Sánchez y Pablo Casado, el dirigente conservador compareció en la sala principal de prensa, donde comparece cada semana el Gobierno después del Consejo de Ministros. En cambio, Albert Rivera lo tendrá que hacer en una sala más pequeña, que normalmente se utiliza para reuniones y que se ha habilitado para poder hacer la comparecencia posterior.

Después de que el PP haya perdido más de medio grupo parlamentario, y haya quedado a sólo nueve escaños de Ciudadanos, se ha desencadenado una batalla en la derecha sobre quien es el líder de la oposición. Tanto Casado como Rivera se han autoproclamado como tal. Pero Sánchez lo tiene claro: lo es el presidente de los populares porque tiene más escaños.

Esta circunstancia también coincide con el cordón sanitario que Albert Rivera mantiene a un pacto con Pedro Sánchez, aunque es una combinación que suma la mayoría absoluta. El líder de Ciudadanos ha reiterado que no facilitará la investidura y mucho menos entrará a gobernar con los socialistas.