La olla a presión madrileña cuenta con los ingredientes de siempre. Tanto los partidos de la derecha como los barones socialistas habituales han salido en tromba contra la posible concesión de los indultos a los presos políticos. Pero desde el Gobierno parece que se desentienden y siguen preparando el terreno para la medida de gracia. Este mismo jueves, al día siguiente del informe del Tribunal Supremo, el ministro José Luis Ábalos ha reivindicado que "es el momento de la audacia y el valor" para hacer frente al conflicto político catalán. Por su parte, el titular de Justicia, Juan Carlos Campo, ha insistido en asumir "con naturalidad" la decisión que tome su Ministerio, sea cuál sea.

En declaraciones a los medios de comunicación, Ábalos ha remarcado que está en un proceso establecido por la ley, que ya hay informe del Tribunal Supremo y que ahora el Ministerio de Justicia tendrá que estudiarlo y elevar una propuesta. En este punto, el ministro de Transportes ha subrayado que ahora "la potestad es del ejecutivo", que "no es un trámite judicial". El poder judicial, ha recordado, ya ha acabado su trabajo procesando, condenando y haciendo cumplir la pena a los dirigentes independentistas. Ahora el Gobierno "tendrá en consideración los informes", pero ha remarcado que "no condicionan la potestad del ejecutivo". Ha acusado a la derecha de "manipular" y "desinformar".

A partir de aquí, el dirigente socialista ha defendido que "estamos ante un problema político" que no supo encarar la derecha, y que "dentro del estado de derecho existe esta posibilidad para la iniciativa política". Y ha allanado el camino para la posible concesión: "Ahora llega el momento de encarar los problemas que tenemos. Y es el momento de la audacia y el valor para encarar un problema político complejo. La cobardía, el no asumir responsabilidades, el mirar hacia otro lado es lo que hizo el anterior gobierno". Ha querido dejar claro que "no están aquí ni para mantenerse en el poder ni pensando en ganar elecciones, sino para resolver un problema".

Con Pedro Sánchez, José Luis Ábalos ha sido quien más claro ha hablado dentro de La Moncloa sobre esta carpeta. Y no ha ahorrado las comparaciones, quizás odiosas. Ha reprochado al Tribunal Supremo haberse posicionado a favor del indulto al coronel golpista Antonio Tejero "pistola en mano en el Congreso de los Diputados" argumentando utilidad pública. El ministro ha reclamado tanto al poder judicial como a la derecha "un poco de empatía y de coherencia con nuestros antecedentes".

Campo insiste en la "naturalidad"

El encargado justamente de acabar el trámite de los indultos, Juan Carlos Campo, tampoco no se ha movido de su posición. En una comparecencia en comisión en el Senado este jueves, el ministro de Justicia ha asegurado no estar preocupado por las críticas que han emergido por la posible concesión de la medida de gracia. Ha admitido que no quiere hacer ruido con esta cuestión y ha expresado "reconocimiento y admiración" por el Tribunal Supremo. Ahora bien, el dirigente socialista también ha insistido en su mensaje: hay que asumir "con naturalidad" la respuesta que dé el Gobierno a las peticiones de indulto, no importa cuál acabe siendo.