Durante semanas, desde La Moncloa se encargaron de vender la candidatura de Nadia Calviño en el Eurogrupo como favorita. A la hora de la verdad, sin embargo, las cosas no salieron según lo esperado y naufragó estrepitosamente. De nada sirvieron los apoyos de pesos pesados como Alemania, Francia e Italia. Votaban 19 países, los 19 miembros de la eurozona. Horas después del fiasco, como ya pasó en 2015 con el popular Luis de Guindos, desde el Gobierno no hacen ningún tipo de autocrítica sobre lo ocurrido. "No ha fallado nada", insisten fuentes del ejecutivo. El porrazo llega en plenas negociaciones del fondo europeo de reconstrucción.

"Nosotros hemos hecho una labor extraordinaria", aseguran estas fuentes, que insisten "han hecho el trabajo como debiamos hacerlo". En este sentido, desde La Moncloa aseguran que "no ha fallado nada", que hicieron todo lo que estaba en sus manos y que "simplemente ha ganado otro candidato y nos hemos quedado a un voto" de hacerse con la presidencia del Eurogrupo. La vicepresidenta española ganó la primera votación, con 9 de los 10 votos necesarios, pero en la segunda se impuso el irlandés Paschal Donohoe.

En una entrevista en Onda Cero, la misma Nadia Calviño ha asegurado este viernes que tenía "apalabrados al menos 10 votos" en la votación a la presidencia del Eurogrupo pero "uno de los ministros no hizo lo que dijo que haría". Desde el ejecutivo español no quieren especular con qué país ha sido, y centran sus esfuerzos en la negociación del fondo de recuperación europeo de 750.000 millones de euros.

Desde La Moncloa desvinculan la derrota en el Eurogrupo de estas negociaciones. "No tienen nada que ver", aseguran en este sentido.

Gira europea de Sánchez

Después de los contactos de esta semana, y antes del Consejo Europeo de la semana que viene, Pedro Sánchez iniciará el lunes una gira europea. Se desplazará hasta territorios hostiles, como Holanda y Suecia, reticentes al planteamiento español. Mantendrá reuniones de trabajo con los primeros ministros Mark Rutte y Stefan Löfven. También viajará hasta Alemania, donde se reunirá con la canciller Angela Merkel, que esperan que juegue a favor de sus intereses. Sus condiciones serán claras: que se apruebe rápidamente y que "no quieren nuevas troikas".