El Gobierno evita por ahora valorar el aplazamiento de las elecciones. Después del acuerdo entre el Govern y los partidos para trasladar los comicios al 30 de mayo, fuentes del ejecutivo español han señalado que hoy por hoy no tienen nada que decir y dejan la cuestión en manos de las formaciones catalanas. La Moncloa mantiene silencio hoy después de que este jueves los ministros de Justicia y de Transportes, Juan Carlos Campo y José Luis Ábalos, se mostraron muy críticos con la posibilidad de un aplazamiento que en palabras de Campo supondría un hecho "grave para la democracia" o, en las de Ábalos, afectaría a la "limpieza" de las elecciones.

Después de estas valoraciones el PSC –la única fuerza que hasta este jueves se oponía al aplazamiento- hizo una propuesta para trasladar las elecciones al 14 o 21 de marzo, aunque finalmente la fórmula las sitúa al 30 de mayo.

30 de mayo, propuesta del Gobierno

El debate, hoy, ya no es si se tienen que aplazar las elecciones, sino hasta cuándo. La plana mayor del Govern de la Generalitat, con Pere Aragonès al frente, aborda con los máximos representantes de los principales partidos catalanes cuál es la mejor fecha para desplazar los comicios del 14-F. Según confirman fuentes presentes en la reunión —en marcha desde las 12 del mediodía— el vicepresident ha propuesto hacerlas entre mayo y junio y, más concretamente, el día 30 de mayo, cuando la situación epidemiológica haya mejorado.

Si bien se trata de una propuesta en nombre del Gobierno, JxCat ha introducido su particular matiz, que hay que hacerlas cuanto antes mejor y que habrá que introducir cambios. Así lo apuntan fuentes del partido a este medio. Se trata de la enésima prueba de que los actuales socios del ejecutivo funcionan como dos gobiernos en paralelo. Se da el caso de que todos los departamentos en quienes recae la toma de decisiones sobre el aplazamiento electoral —Vicepresidència, Exteriors y Salut— cuelgan de ERC.