Nuevo golpe de los tribunales —más suave— al proceso. La moción independentista de la CUP, aprobada por JxCat y ERC hace casi dos semanas, será suspendida hoy por parte del Tribunal Constitucional, que esta vez no hará requerimientos personales ni advertencias en mano sobre las posibles responsabilidades penales que comporta desobedecer el alto tribunal.

Así lo publica La Vanguardia, que explica que el gobierno de Pedro Sánchez no ha sido tan duro como el de Mariano Rajoy y, a pesar de mantener la estrategia de oposición total a la independencia de Catalunya, no añade más leña al fuego y no advertirá al Parlamento de las posibles consecuencias de no acatar la resolución del TC.

Aunque el recurso se presentó el pasado la semana pasada, el alto tribunal no nombró hasta ayer al poniente de la cuestión y el siguiente paso, pues, es que lo admita a trámite y, por lo tanto, quede automáticamente suspendido.

El texto aprobado "reitera los objetivos políticos" de la declaración aprobada el 9-N de 2015, que sirvió de pistoletazo de salida de la hoja de ruta del proceso y fue suspendido por el TC. La votación mantiene el pulso con el alto tribunal español, pero también con los letrados de la cámara. Ciudadanos, el PSC y el PP no han votado, y los comunes han votado en contra.