Uno de los objetivos principales de la operación Kitchen era localizar un pendrive donde el extesorero del PP Luis Bárcenas guardaba una conversación que mantuvo con el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy.

Supuestamente, Bárcenas guardaba el audio de esta conversación, que se había grabado sin el permiso de Rajoy, cuando ambos negociaban su salida del partido después de hacerse público que escondía cuentas en Suiza y que había cobrado 1,3 millones de euros de la trama Gürtel.

Según asegura El Independiente, el Ministerio del Interior nunca llegó a recibir este pendrive del extesorero del PP. Encontrar este dispositivo era muy importante para la trama Kitchen que puso en marcha en el 2013 el Gobierno para conseguir material comprometedor para Mariano Rajoy y otros cargos del PP.

Fuentes del antiguo ministerio de Interior han explicado al citado medio que si los investigadores que participaban en la trama llegaron a encontrar el pendrive, nunca lo facilitaron al equipo del exministro Jorge Fernández Díaz. Lo que sí que entregaron es un volcado con la información que tenían dos teléfonos que les facilitó el chófer de la mujer de Bárcenas.

Rajoy se desentiende de todo

Por su parte, el expresidente Rajoy guarda silencio ante todos los indicios que lo señalan directamente. Según explicaba el diario El País este viernes, un periodista intentó hacerle unas preguntas sobre su implicación en la operación Kitchen y este prefirió no responder: "No me haga preguntas porque no las escucharé. De esta manera, no podrá decir usted que no le he contestado. Yo no soy un personaje público, ya no". El artículo, firmado por la periodista Mábel Galaz, explicaba que la conversación se produjo en un encuentro casual en una cafetería de Madrid y Rajoy no paraba de insistir en que ya no era una cara pública.

Un informe policial sitúa a Rajoy como uno de los conocedores e interesados en el operativo parapolicial de espionaje al extesorero de su partido, Luis Bárcenas. El objetivo era sacarle toda la información y pruebas que este guardaba sobre la corrupción del PP que afectaba a diversos dirigentes. Un espionaje encabezado por el excomisario encarcelado, José Manuel Villarejo, y que implica a otros exministros como María Dolores de Cospedal o Jorge Fernández Díaz.