Miquel Iceta se ha contenido. La alegría vivida y expresada en privado, en la planta superior de la sede del PSC cuando se ha confirmado el escrutinio, la ha atenuado una vez se ha plantado ante los medios de comunicación. Y es que aunque los resultados de los socialistas catalanes son satisfactorios porque aguantan el tipo y se consolidan como primera fuerza no independentista en Catalunya, no pasa lo mismo con el PSOE y Pedro Sánchez, que ha pinchado en las urnas.

Las primeras palabras del primer secretario socialista han sido para sacar pecho y reivindicar al PSC como "un gran partido imprescindible que permita salir del callejón sin salida donde nos ha puesto el independentismo". Iceta ha reconocido que están "satisfechos" porque son "segunda fuerza pero hemos recortado distancia en escaños con ERC", a quien ha querido felicitar "aunque hayan perdido escaños".

A partir de ahí, dos mensajes. El uno para los partidos independentistas, a quienes ha advertido que "siguen sin contar con apoyo mayoritario y no nos cansaremos de recordárloslo siempre que parezcan olvidarlo". El otro, para los partidos de derecha, a raíz del tsunami de VOX. "Blanquear la extrema derecha es siempre una opción equivocada, atizar la antipolítica beneficia siempre el extrema derecha, esperamos que PP y sobre todo Cs extraigan las oportunas consecuencias".

Meritxell Batet, que por prescripción médica ha estado ausente durante toda la campaña electoral a pesar de ser la cabeza de lista, ha reaparecido durante la valoración de los resultados al lado de Iceta. Con todo, como todavía se encuentra delicada de salud, ha cedido el protagonismo al líder de los socialistas catalanes y candidato a la presidencia de la Generalitat. En el escenario les han acompañado el candidato al Senado, Manuel Cruz, el secretario de organización y jefe de campaña, Salvador Illa y el primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni.