Semana clave para la política catalana y española, con un ojo puesto en la justicia europea y su decisión sobre la extradición de Puigdemont y la inmunidad de Junqueras, y el otro en la investidura de Pedro Sánchez. Las negociaciones entre Esquerra Republicana y el PSOE han acaparado los focos en el congreso que el PSC ha celebrado este fin de semana, en el cual ha fijado la nueva hoja de ruta para los próximos tres años. Durante la clausura del domingo, uno de los integrantes del equipo negociador socialista, el ministro en funciones José Luis Ábalos, advirtió a los republicanos que sin investidura de Sánchez no habrá diálogo posible. Unas palabras que ERC ha interpretado como un intento de chantaje, pero que Miquel Iceta ha reafirmado hoy.

En una comparecencia pública tras la primera reunión de la nueva ejecutiva del partido, el reelegido primero secretario del PSC ha insistido que no vio "chantaje" en las palabras de Ábalos, "era una constatación". De hecho, ha desarrollado aquella afirmación, asegurando que "si no hay este gobierno -el de PSOE-Podemos-, cualquier alternativa es o una repetición electoral o una mayoría que no quiere hablar de diálogo". "Yo a eso no lo llamo chantaje, sino ver qué hay", ha sentenciado.

Iceta también ha tenido palabras para los barones críticos con las negociaciones abiertas con el independentismo. Preguntado por qué le parecen las declaraciones de los presidentes socialistas de Aragón y Castilla la Mancha, ha hecho gala de su claridad. "Nosotros tenemos grandes diferencias con ERC, pero les respetamos y no nos gusta que nadie utilice expresiones poco respetuosas". Todavía sobre la relación de presente pero también de futuro con el partido de Oriol Junqueras, el líder socialista ha apuntado que "el próximo president de la Generalitat será de ERC o del PSC".

En este sentido, ha señalado que ambas formaciones son "competidores directos que legítimamente aspiran a recuperar el gobierno", aunque ha añadido que hay "respeto mutuo y voluntad de puntos de encuentro". Si bien no ha querido ir más allá posicionándose claramente sobre si ve viable que haya una alianza de gobierno con ERC después de las elecciones catalanas, sí que ha dejado entrever que no es una posibilidad a descartar y que el espacio de diálogo abierto a raíz de la investidura de Sánchez puede ser una pista de aterrizaje de cara al futuro.

Opa en los pequeños espacios electorales de centro

Units per Avançar, Lliures, la Liga o los convergentes críticos reunidos en Poblet hace unos meses. El PSC aspira a poder conglomerar todos estos "sectores políticos" bajo su "liderazgo", para "cooperar, encontrar elementos de sintonía y buscar la máxima eficacia para ganar y que no haya votos que se queden sin representación".

Iceta no ha concretado si la propuesta es para hacer una coalición electoral y presentarse juntos a las elecciones o si piensa más en una alianza postelectoral. Ha explicado que a lo largo de los próximos meses "se multiplicarán los contactos" con estos sectores que van de la izquierda al centro, tanto autonomistas como federalistas.