La situación del Partido Popular ya es insostenible. Pablo Casado ya no tiene ningún tipo de autoridad sobre sus diputados. Hoy mismo, después de reunirse, hasta siete miembros del Consejo de Dirección del grupo parlamentario popular en el Congreso de los Diputados han dado un paso adelante y se han posicionado contra el enroque de Génova. En el manifiesto que han firmado piden el cese inmediato del secretario general Teodoro García Egea y la convocatoria de un congreso extraordinario que escoja a un nuevo presidente de la formación.

Los firmantes son Guillermo Mariscal, secretario general del grupo parlamentario; Pablo Hispán, exjefe de gabinete de Pablo Casado; Carlos Rojas, Marios Garcés y José Ignacio Echániz, portavoces adjuntos en el Congreso; Adolfo Suárez Illana, secretario de la Mesa de la cámara baja, y la diputada Sandra Moneo.

El manifiesto firmado describe la situación como "de extrema gravedad" y avisan de que hace falta una "respuesta eficaz inmediata". Es por eso que, en primer lugar, "con el fin de detener urgentemente este proceso, se solicitado la destitución inmediata del secretario general del Partido Popular". Y en segundo lugar, para restablecer la "normalidad", reclaman que "se convoque un congreso extraordinario en qué se escojan las personas que tendrán que dirigir este partido y que estarán llamadas también a liderar el cambio necesario que demanda el gobierno de nuestro país".

La exportavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, se ha adherido con su habitual ironía: "Un abrazo, querido secretario general".

El Partido Popular hace aguas por todas partes. La crisis del partido hoy también se ha trasladado al Congreso de los Diputados. Antes del manifiesto de los miembros de la dirección el grupo parlamentario, varios diputados gallegos del PP se han alineado con su presidente autonómico, Alberto Núñez Feijóo, para pedir una solución expeditiva. Al menos tres parlamentarios han compartido a través de las redes sociales otro texto donde piden la constitución de una gestora en Génova que conduzca la formación hasta la celebración de un nuevo congreso que escoja a un nuevo líder estatal.

El manifiesto se titula En defensa de un PP a la altura de un gran país y lo han compartido Ana Vázquez, diputada por Ourense; Javier Bas, diputado por Pontevedra, y Marta González, diputada por A Coruña. En el texto reivindican que "el actual contexto exige decisiones extraordinarias y dolorosas, que permitan recuperar la confianza y unidad interna para poder ofrecer la alternativa al gobierno de Pedro Sánchez." Por eso consideran que la actual dirección "debe convocar de forma urgente a los integrantes del comité ejecutivo nacional para designar una dirección provisional que se haga cargo de las cuestiones ordinarias del partido hasta la celebración de un congreso". En este sentido, piden que el periodo de transición sea "lo más corto posible".

Una posición que va en la misma línea adoptada por los barones territoriales del PP. Durante los últimos días los presidentes Alberto Núñez Feijóo, Isabel Díaz Ayuso, Juanma Moreno y Alfonso Mañueco han mantenido conversaciones y han llegado a la conclusión de que la etapa de Pablo Casado tenía que acabar. En los mismos términos se expresó ayer el líder del partido a Catalunya, Alejandro Fernández, y lo ha hecho hoy el presidente de la formación en el País Valencià, Carlos Mazón.

Este pulso de los barones hizo que ayer la reunión del comité de dirección del PP se alargara durante casi nueve horas y Pablo Casado convocara para el martes que viene a una junta directiva nacional. Esta tendrá que decidir si se celebra o no un congreso extraordinario. Este órgano está integrado por unas 550 personas y requiere de una mayoría de dos tercios para convocarlo. Mientras tanto, Casado ha citado a todos sus barones, excepto Ayuso, mañana por la tarde.