La Mesa del Parlament de Catalunya, presidida por el president Rull, ha acordado este martes que los diputados del Parlament con condición de exiliados, Carles Puigdemont y Lluís Puig, puedan participar telemáticamente en las comisiones mientras no se aplique la ley de amnistía. Lo han hecho después de que en la primera sesión de la Comisión de Peticiones, el pasado 1 de abril, la presidenta de esta comisión, Mónica Lora (Vox), cortara la comunicación telemática del diputado de Junts Lluís Puig, que vive exiliado en Bruselas desde 2017. Concretamente, Lora cortó la intervención de Lluís Puig ya en la parte final de su discurso en una comisión que es la única presidida por Vox. Según fuentes de la Mesa, en la anterior legislatura ya se habían tomado decisiones en esta misma línea y ahora se toma un nuevo acuerdo para afianzar lo que es una práctica habitual del Parlament.

Fuentes de la Mesa han explicado que han tomado la decisión por unanimidad basándose en el artículo 37 del reglamento de la cámara, que atribuye a la Mesa adoptar las decisiones y las medidas que requiere la organización del trabajo parlamentario. Y también de acuerdo con la disposición transitoria cuarta del mismo reglamento, que habla de la función parlamentaria de los diputados afectados por las causas judiciales incluidas en la ley de amnistía, concretamente, de la delegación de voto.

La situación de Puigdemont y Puig en el Parlament

A finales de marzo, por unanimidad, el Tribunal Constitucional suspendió el voto delegado de Carles Puigdemont y Lluís Puig durante la constitución de la cámara catalana el pasado 10 de junio. Y es que entonces, sin una reforma del reglamento y con la Mesa de edad formada por diputados independentistas, la cámara catalana decidió aceptar la delegación de voto en el presidente del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet. Sin embargo, no tiene efectos retroactivos y Puigdemont y Puig pueden seguir votando e interviniendo gracias a la modificación del reglamento del Parlament del pasado verano.

A finales de julio, semanas después del inicio de la legislatura y a las puertas del debate de investidura de Salvador Illa, el pleno del Parlament aprobó una modificación impulsada por el PSC, Junts, ERC, Comuns y la CUP para ampliar los supuestos en los que los diputados pueden delegar el voto. Fue la vía para garantizar que los votos de Puigdemont y Puig sean válidos. Desde entonces, se puede delegar "en situaciones excepcionales que impidan el ejercicio ordinario de la función parlamentaria, debidamente justificadas, que tienen que ser apreciadas por la Mesa por medio de un escrito motivado y respetando el principio de proporcionalidad".