Unas 500 personas se han reunido este sábado al mediodía en el Palau Firal de Manresa para trasladar su apoyo a la presidenta de Junts per Catalunya, Laura Borràs. Tal como adelantó ElNacional.cat, un grupo de apoyo a la presidenta del Parlament suspendida ha organizado un encuentro para cerrar filas con la dirigente, cuando quedan seis días para que expire el plazo para presentar alegaciones al acuerdo de la Junta Electoral Central, que daba el primer paso hace más de una semana para retirarle el escaño en Borràs después de que el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya la condenara a finales de marzo a 4 años y medio de prisión y 13 de inhabilitación especial por los delitos de falsedad documental y prevaricación. En la comida han participado los militantes de Junts más afines a ella, su familia y también ha ido el expresident de la Generalitat, Quim Torra; el portavoz de Demòcrates, Toni Castellà —que sería quien asumiría el acta de diputado si Laura Borràs pierde el escaño— o el exvicepresidente de la ANC, Jordi Pesarrodona.

La convocatoria empezó a circular "individualmente boca a oreja" e, inicialmente, se pedía no hacer difusión por aplicaciones de mensajería. Con todo, el acto corrió por las redes sociales y, en los últimos días, se ha sumado más gente a la comida para los que "quieren de verdad a Laura", como decía alguno de los mensajes con la invitación. Al encuentro, no ha asistido el secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Turull, que tenía otra comida con la candidatura de Junts en Tordera. De hecho, el acontecimiento se ha organizado al margen del partido y todos los asistentes son los más próximos a la líder juntaire.

Durante la comida, los organizadores han distribuido un manifiesto de apoyo a la presidenta suspendida del Parlament, Laura Borràs, que insta a su "restitución" al frente de la cámara "porque las instituciones catalanas están por encima de las leyes españolas". La propuesta la pusieron hace unas semanas encima de la mesa en una rueda de prensa Aurora Madaula, vicepresidenta del partido y secretaria segunda de la Mesa del Parlament, y el diputado Jaume Alonso-Cuevillas. Ambos han asistido a esta comida para apoyar a Borràs. Ya entonces, algunos dirigentes de Junts admitían en privado que este planteamiento no es compartido por buena parte del partido y, desde aquella intervención en la sala de prensa del Parlament, no ha habido más pronunciamientos en público que hayan ido en la línea de la restitución.

Aviso a los que quieren "apartar" a Borràs

El manifiesto contiene reproches para los que consideran que Laura Borràs tendría que dar un paso al lado y que también creen que no tendría que seguir como presidenta de la formación, un debate que está aplazado hasta, al menos, después de los comicios locales. "Porque la lucha por la independencia es más importante que el nacionalismo de partido y las luchas por el poder, rechazamos todas las maniobras, vengan de donde vengan, para apartarla de la primera línea política al precio que sea", destaca el texto. Según este manifiesto, la presidenta del Parlament suspendida "está sometida a una persecución judicial de clara motivación política". "Todos coincidimos que ha sido condenada por la justicia española por ser quien es y lo que representa, y le apoyamos porque no merece el escarnio a que la han sometido y la someten los poderes del Estado, la opinión publicada y el conjunto de la clase política, incluidos muchos presuntos compañeros de viaje", añade.

Entre los diputados asistentes, había los más próximos a Laura Borràs, como Francesc de Dalmases, Aurora Madaula, Cristina Casol, Ester Vallès, Jaume Alonso-Cuevillas, Pere Albó y Judit Guàrdia. De la ejecutiva, también había David Torrents, secretario de organización del partido y candidato a la alcaldía de Badalona; y Montserrat Caupena, secretaria de Actas. Hacia el final de la comida, Laura Borràs se ha dirigido a los asistentes para agradecerles su presencia y para reiterar que no dimitirá: "No desfalleceré, no me rindo". La presidenta de Junts ha sostenido que seguirá "luchando" por la causa de la independencia y ha reivindicado la estrategia de "plantar cara" para "no ceder ante la persecución política" que afirma sufrir.

Más tarde, en una atención a los medios, Laura Borràs ha calificado de "muy gratificante" el acto y ha reiterado que "plantar cara es la opción que nos permitirá conseguir la independencia, por eso entré en política y por eso me seguiré manteniendo firme". La líder juntaire ha señalado que sus derechos "han sido vulnerados en el Parlament, también con la justicia española", pero ha querido hacer énfasis en la aplicación del artículo 25.4 del reglamento del Parlament el pasado julio. "Lo que se tiene que hacer ante las injusticias es combatirlas y eso es lo que he estado haciendo, porque el objetivo es apartarnos a todos aquellos que perseveramos en el camino del mandato del 1 de octubre", ha añadido. Ante la ausencia de un grueso de dirigentes, Borràs los ha excusado ante el hecho de que la comida se ha organizado "con mucha celeridad" y se ha hecho en un momento en que "todo el mundo está en precampaña electoral y hay muchos actos". La presidenta suspendida del Parlament ha agradecido a los militantes de "varios partidos políticos o que no tienen ninguna otra militancia que no sea la causa por la independencia", así como los "cargos de Junts" que han ido su presencia.

Los dirigentes que no son próximos al sector de Laura Borràs no tenían constancia de la comida hasta la publicación de la información y el hecho de que se haya organizado a las puertas de la campaña electoral, cuando queda poco más de un mes para las elecciones municipales 2023, ha generado estupor e incomodidad, sobre todo por la imagen de "división" que puede transmitir, afirman algunas fuentes. Con todo, el entorno de Laura Borràs defiende que el acto de este sábado no tiene que suponer "romper nada", pero admiten que puede haber choque una vez pasen los comicios.