Nuevos detalles que complican aún más las cosas a Carlos Mazón. Según ha avanzado La Sexta, el ahora presidente en funciones de la Generalitat Valenciana, conocía perfectamente la gravedad de lo que estaba sucediendo en el País Valencià aquel trágico 29 de octubre de 2024. Tal como aseguran fuentes de las partes personadas en la causa de la DANA, Salomé Pradas llamó de urgencia a las 17:37 horas al president para trasladarle la magnitud de las inundaciones, especialmente de la situación de Utiel, donde en aquel momento había gente en los tejados, estaba todo inundado y donde la UME no podía acceder. “La gente está en los tejados, la UME no puede entrar”, le dijo la exconsellera de Justicia e Interior al líder del Consell.

39 minutos después, a las 18:16, Mazón recibe una segunda llamada. En esta, Salomé Pradas le expresa su “gran preocupación” por el estado de la presa de Forata y le recalca que la situación es “muy preocupante”. A pesar de disponer de esta información gracias a estas dos llamadas, el president mantiene la comida en el restaurante El Ventorro una hora más, hasta las 18:45 horas, momento en el que acompaña a la periodista Maribel Vilaplana hasta el parking. Solo cinco minutos después de recibir la primera llamada de Pradas, Mazón contactó con el presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó, para pedirle el teléfono de Ricardo Gabaldón, alcalde de Utiel. Mompó ha confirmado esto, pero, a pesar de solicitar el número, Mazón nunca llegó a llamar al alcalde.

A las 19.10 y 19.36 horas, la exconsellera intentó de nuevo alertarle de la gravedad de las riadas, pero Mazón no contestó ninguna de las dos llamadas. No es hasta las 19.43 horas que él devuelve finalmente la llamada. En ese momento, Pradas le anuncia que se enviará un mensaje ES-Alert para advertir a la población del “riesgo de colapso” de la presa de Forata. Un minuto después, a las 19.44, Mazón pide a su directora general de protocolo que le prepare un vehículo para desplazarse hasta el Cecopi.

A las 17:00 solo se podía acceder a Utiel en helicóptero

Mientras tanto, Utiel ya vivía una situación de devastación total. Los informes de emergencias indican que el río Magro se había desbordado y había provocado la muerte de seis personas dentro del mismo municipio. A las 17:00 horas, los accesos por carretera estaban cortados y solo un helicóptero podía llegar. El teléfono de emergencias 112 había recibido ya cerca de 3.000 llamadas. A la hora de la segunda llamada, las víctimas mortales ascendían a 25, y antes de las 19:00 horas la cifra ya superaba las 60 personas. Aquel 29 de octubre acabaría siendo uno de los días más trágicos de la historia reciente valenciana, con 229 muertos en toda la provincia.