El 54,9% de los catalanes está a favor de seguir con la vía independentista, según el último barómetro Ómnibus del Centro de Estudios de Opinión (CEO), publicado este viernes. Tras la intervención de las instituciones catalanas con el 155 y las elecciones del 21-D, una mayoría de ciudadanos es favorable a mantener el pulso soberanista, ya sea por la vía bilateral con una negociación con el Estado (35,9%), ya sea por la vía unilateral, que recoge un apoyo del solo el 19% de la población.

Por otro lado, en el flanco contrario a mantener el procés se impone la vía reformista —abandonar la senda independentista para participar en una reforma constitucional y de la financiación catalana—, que recoge un 20,8% de los apoyos catalanes. Así pues, tras estos últimos meses de convulsión política en Catalunya, el resultado del resto de opciones es paupérrimo: solo un 11,7% de los catalanes quieren quedarse con una autonomía con las competencias actuales, y un 2,2% cree que lo mejor es recentralizar para que Catalunya pierda competencias.

Menos síes

Pese a todo, el apoyo a la independencia baja en la pregunta binaria: un 40,8% de los encuestados responde afirmativamente a la pregunta de si quiere que Catalunya sea un estado independiente, mientras que los que afirman estar en contra del Estado propio alcanzan un 53,8%.

Respecto al último barómetro de octubre, los favorables al no a la independencia suben 10,3 puntos y superan por primera vez el 50%. En cambio el 40,8% de favorable a la independencia es el porcentaje más bajo desde que el barómetro pregunta sobre la independencia.

Es más, cuando se pregunta por el modelo de Estado para Catalunya hay más personas a favor de mantener Catalunya como comunidad autónoma (36,3%) que de independizarse (32,9%). Detrás de esto queda el estado federal, con un 19,4% de los apoyos. En el barómetro anterior, los que apoyaban al Estado independiente se situaban en un 40,2%; por contra, la apuesta por una comunidad autonóma se situó entonces en un 27,4%.

Poco optimismo

Los movimientos políticos del ejecutivo de Rajoy en los últimos meses dejan un panorama de desconfianza con el gobierno español a la hora de resolver el conflicto catalán. Los ciudadanos creen poco probable (38,8%) o nada probable (37,3%) que los de Rajoy acaben ofreciendo un acuerdo que permita salir de la situación de bloqueo.